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Los estudianes madrileños, en contra de la ley de Autonomía Universitaria

La manifestación autorizada de estudiantes de las tres universidades, centros de formación profesional e institutos de bachillerato, celebrada a mediodía de ayer en Madrid, constituyó una masiva respuesta de rechazo contra los proyectos de Estatuto de Autonomía Universitaria y de Centros Docentes. La cifra de participantes es muy difícil de calibrar, dada la disparidad de criterios entre unas y otras fuentes. Para el Gobierno Civil de Madrid, el número estimado rondaba los 15.000, mientras que para la coordinadora convocante de la manifestación fueron más de 100.000 las personas concentradas.

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La manifestación comenzó en perfecto orden. Tres coches de la Policía Municipal de Tráfico abrían la marcha y, previamente, había sido cortada la circulación en las calles del recorrido autorizado: Isaac Peral, Cristo Rey y plaza de Juan Zorrilla. Detras de la cabeza, una multitud de estudiantes -muchos de ellos entre los catorce y veinte años- desfilaba entre palmas, saltos y numerosas consignas.Las pancartas pedían la retirada de las Cortes del proyecto de ley, la petición a los Reyes Magos de una «ley guapa» y la negativa a convertirse en «robots de UCD», entre otras. Había dos dedicadas especialmente al ministro de Investigación y Universidades.

Incidentes

Desde su inicio, a las doce de la mañana, hasta pasadas las 13.30 horas, momento en que la cabeza llegó a la plaza de Juan Zorrilla, lugar designado como final de la manifestación, no hubo el más mínimo incidente que alterase el orden de la marcha. Sin embargo, llegado este punto, se produjo un momento de confusión. Los organizadores se vieron desbordados por un grupo, integrado por varios centenares de estudiantes, que cruzaron algunos coches en la calzada en un intento de formar barricadas, a la vez que insultaban a los numerosos contingentes de la Policía Nacional allí desplazados.

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Mientras tanto, en la emisora de las unidades móviles de la policía se captaba el siguiente diálogo con la central: «Nos han recibido muy agresivamente. Nos insultan y nos tiran piedras.» Al final de la calle de Marqués de Lema, muy próxima a la plaza de Juan Zorrilla, un destacamento de caballería esperaba órdenes.

-¿Les han tirado cocteles molotov? ¿Algún coctel molotov?

-No; nos han tirado piedras.

-Bien; denles dos o tres minutos para que se disuelvan y luego procedan en consecuencia. Comprueben de nuevo si les han arrojado algún coctel molotov.

-No, eso no, pero han quemado un coche y están tratando de volcar otro... Rectificamos: no están quemando ningún coche; había humo tras él y nos hemos equivocado.

Piedras y botes de humo

Esta última parte de la conversación es especialmente destacable porque en la nota oficial distribuida por el Gobierno Civil de Madrid se da cuenta de que los estudiantes arrojaron un coctel molotov que provocó el incendio de un automóvil y que fue el origen de las cargas de los antidisturbios. Estas se produjeron alrededor de las dos horas, en las calles confluyentes a la plaza de Juan Zorilla, y se caracterizaron por los continuos lanzamientos de botes de humos y al guna pelota de goma, contestados con pedradas por parte de los estudiantes. Mientras esto sucedía, en Bravo Murillo, Reina Victoria y en las cercanías de la glorieta de Quevedo, los vecinos de la calle Isla Filipinas, una de las colindantes al lugar de los incidentes, presenciaban la carga desde las ventanas en medio de frenéticos aplausos, si bien era imposible determinar a quién iban dirigidos.

Llegadas las 12.30 horas, la emisora directorio de la policía emitía este mensaje: «De orden de la superioridad, que comiencen a practicar detenciones.» Según fuentes de la Coordinadora de Estudiantes, alrededor de doscientas personas fueron detenidas y conducidas posteriormente a las dependencias de la Dirección de la Seguridad del Estado (antigua DGS). La Jefatura Superior de Policía, por su parte, daba cuenta de cuatro detenciones, tres varones y una mujer, «por supuestos insultos, amenazas y agresiones contra la fuerza pública». En el Gobierno Civil, por último, se informaba que los detenidos habían sido doce, por un lado, y que «de todos los que ha habido, han soltado a la mayoría», sin que fuera posible precisar más.

Dos policías heridos

Dos miembros de las fuerzas del orden -el conductor de un zeta y un cabo de la Policía Nacional- resultaron heridos tras los enfren tamientos con los estudiantes según información distribuida por el Gobierno Civil de Madrid. El primero de ellos sufre lesiones de pronóstico reservado y tuvo que ser trasladado al hospital Francisco Franco, mientras que el cabo padece heridas en un ojo, cuyo pronóstico se desconocía ayer tarde.

La versión oficial de los incidentes se centra en la plaza Juan Zorrilla, «donde diversos participantes comenzaron, inopinadamente, a lanzar piedras contra los vehículos particulares allí estacionados, lo que dio como resultado la rotura de varios cristales y parabrisas. Acto seguido», prosigue la nota, «procedieron a cruzar coches en la calzada. También arrojaron un cóctel molotov, que provocó el incendio de un automóvil».

Por la tarde, alrededor de 2.000 personas se manifestaron por idénticos motivos a los de la concentración de la mañana, en las inmediaciones de la calle Altamirano. Este grupo de personas, que no contaban con permiso gubernativo, fue disuelto por las fuerzas antidisturbios.

Por otra parte, la Asociación Independiente de Profesores Universitarios (AIPU) ha declarado que acepta el debate sobre el proyecto de ley de autonomía universitaria, propuesto por el ministro de Universidades e Investigación.

La AIPU, que, según sus portavoces, agrupa a más de quinientos profesores numerarios, hace tiempo que ha pedido un debate público al respecto y «solicita que se lleve a cabo pronto y no sobre motivos de discrepancia inventados, si no sobre el mismo texto del proyecto de ley», pues parece que el debate sólo se ofrece ante determinadas presiones de los estudiantes y como si sólo ellos tuvieran algo que decir.

Asimismo, cabe señalar que ayer se suspendieron las actividade académicas en la Universidad de La Laguna, según acuerdo de su junta de gobierno, que denunció la invasión del rectorado por un grupo de personas, «cometiendo desmanes, coaccionando y amenazando al rector y autoridades académicas».

Los profesores del 67% de los institutos de Madrid participaron ayer en la huelga convocada por la coordinadora de representantes de centros de la provincia de Madrid, en apoyo de la plataforma reivindicativa de esta provincia, refundida con la de más de quince provincias de todo el Estado.

La coordinadora rechaza «ciertas alusiones a presuntas manipulaciones de los alumnos por parte del profesorado perteneciente a partidos extraparlamentarios, y afirma categóricamente que carecen de veracidad y no intentan más que confundir a la opinión pública».

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