La promulgación del Estatuto de Guernica se retrasa demasiado, según el PNV

«Enfado», «amargura» y «frustración» fueron los términos empleados por el diputado del PNV Marcos Vizcaya para definir el estado de ánimo que siente su partido por el retraso que se registra en el proceso, hasta la definitiva aprobación, del Estatuto vasco y, por tanto, el progresivo aplazamiento de las elecciones al Parlamento vasco. Marcos Vizcaya señaló también que no existe promesa formal del Gobierno de que la sesión en la que el Pleno del Senado debe ratificar el Estatuto vasco se celebre el próximo jueves.

«El proceso para la definitiva aprobación del Estatuto no se está llevando ni con la celeridad prometida ni con el ritmo que desea el PNV», declaró Marcos Vizcaya a EL PAIS. En este sentido considero un error importante que el pasado jueves no se celebraran de forma simultánea plenos de las dos Cámaras para ratificar el Estatuto. «No ha sabido aprovecharse el momento para convertir la ratificación en una ceremonia importante, en la que participara todo el Parlamento. Y, por otra parte, se ha permitido que la aprobación del Estatuto se alargue innecesariamente.»Considera Marcos Vizcaya que este aplazamiento del proceso preautonómico afecta directamente al regreso de Leizaola -que no retornará a Euskadi hasta que con la aparición en el BOE del texto del Estatuto, hecho ley, el CGV se convierta automáticamente en Gobierno provisional vasco- y satisface a lo grupos parlamentarios «que, a la chita callando, intentan por todo los medios», afirma, «que las elecciones al Parlamento vasco y catalán se retrasen hasta la primavera».

«La celeridad o el retraso de las elecciones al Parlamento vasco», añade el señor Vizcaya, «debe discutirse únicamente en el Consejo General Vasco -que es a quien atañe- y nunca imponerse, de una forma velada o camufla da, por el Parlamento español que lo que debe hacer de una vez por todas es contribuir a que el Estatuto vasco pueda promulgarse cuanto antes.»

De acuerdo con las promesas recibidas del Gobierno y los planes que se había marcado el PNV, se contaba con que el lendakari Leizaola regresara a fines de noviembre o a primeros de diciembre -extremo que, hoy por hoy, parece casi imposible- y que las elecciones al Parlamento vasco se celebrasen a finales del mes de enero o la primera quincena del mes de febrero. «Es increíble», señala Marcos Vizcaya, «cómo un Estatuto aprobado por el pueblo vasco el 25 de octubre tiene que esperar, sin motivo especial, su ratificación. Es enervante».

Temen también Marcos Vizcaya y su partido, el PNV, que el Pleno del Senado, al no coincidir con el del Congreso, sea motivo para que Jaime Ignacio del Burgo y otros senadores aprovechen la ocasión para «echar leña al fuego» en el tema de Navarra o enrarecer la satisfacción creada por la ratificación, sin problemas, del Estatuto vasco por parte del Congreso.

«No sólo vemos que las elecciones al Parlamento Vasco se alejan y que Leizaola no puede regresar, sino que el CGV no puede aún obtener la categoría de Gobierno provisional vasco y no se pone en marcha el proceso de transferencias y, lo que para nosotros es más importante, se retrasa la negociación de los conciertos económicos y la creación de la Junta de Seguridad.»

Negociación de concierto económicos y la creación de la Junta de Seguridad son, en opinión de Marcos Vizcaya, temas «abordables a corto plazo por parte del Gobierno. Su puesta en marcha es incluso negociable antes de las elecciones al Parlamento vasco y de que éste empiece a funcionar. Hace falta, pues, buena voluntad por parte del Gobiemo, y claro está, es necesario que de una vez por todas se apruebe el Estatuto vasco sin más dilaciones. Tenemos que empezar a trabajar ya, y la tarea es mucha.»

Por otra parte, la UCD del País Vasco ha elaborado un extenso documento sobre la violencia, cuya conclusión principal es que el enemigo del País Vasco no reside en Madrid, sino que es «el marxismo revolucionario servido por grupos arniados». Ante ellos, UCD invita a no dejarse engañar «por falsas protestas de vasquismo por parte de tales grupos», que no deben seguir dirigiendo la acción política del País Vasco.