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La mitad de la población laboral guipuzcoana secundó el llamamiento a la huelga general

La oposición de las centrales mayoritarias a la convocatoria de huelga general lanzada por SU, CSUT y LAB, a nivel de Euskadi, no logró impedir que entre un 40% y un 60% de la población laboral guipuzcoana fuera ayer al paro, en protesta por la redacción actual del Estatuto del Trabajador, y contra el plan económico del Gobierno, el plan energético y la represión. La incidencia de la huelga fue bastante menor en Navarra y Vizcaya, y escasamente significativa en Alava.

En la zona de Rentería, Pasajes, Hernani e Irún, puede decirse que la huelga fue total, Incluyendo cierres de comercios y bares desde primera hora de la mañana, aunque se trabajó en Luzuriaga y Orbegozo, dos de las mayores empresas de la provincia. En la capital, San Sebastián, el paro puede calificarse de generalizado, especialmente en el barrio de Gros. A partir del mediodía cerraron también los bares y comercios del centro, por donde actuaron algunos piquetes. También pararon los transportes públicos. Fue, asimismo, importante la incidencia de la huelga en todo el bajo Gohierri. En Eibar, Vergara y Mondragón, el paro fue mucho menor, afectando en general únicamente a pequeños talleres.Los datos eran particularmente contradictorios en Navarra, ya que, mientras los sindicatos convocantes hablaban de un 40%, y de la participación de no menos de 80.000 trabajadores en las asambleas, las centrales mayoritarias cifraban en un 10% como máximo la participación en los paros. Estas últimas resaltaban en particular la escasa incidencia de la huelga en el polígono de Landaben, donde se encuentran las principales fábricas del cinturón industrial de Pamplona, mientras que LAB resaltaba la participación de empresas como Laminaciones de Lesaca, Luzuriaga y Sarrió, o la paralización total de localidades como Tafalla.

En Vizcaya, el paro afectó más bien a la zona semirrural del interior -Guernica, Orduña, Duranguesado-, siendo mínima su incidencia en ambas márgenes de la ría del Nervión. El hecho de que no parasen las empresas de la margen derecha -caracterizadas en general por la significativa incidencia en ellas de los sectores más radicales- parece revelar la existencia de un cierto confusionismo entre los trabajadores ante la pluralidad de convocatorias. Así se puso de manifiesto en numerosas asambleas, incluida la celebrada en las obras de la central nuclear de Lemóniz, en las que se decidió no parar ante la falta de llamamientos unitarios.

Ese confusionismo aumentó al informarse a los trabajadores, en el curso de las asambleas, que UGT se descolgaba del llamamiento inicialmente firmado por CCOO y ELA-STV, para una jornada unitaria de paro el día 7 de diciembre.

Dicha convocatoria unitaria había hecho retirar a CCOO su llamamiento a dos horas de paro el día 29. De hecho, hasta última hora, se había intentado desde diversos medios políticos y sindicales hacer converger ambos llamamientos en uno sólo. El acuerdo UGT-CCOO-ELA-STV en torno a la convocatoria del día 7, logrado durante el fin de semana, no se conoció en muchas zonas hasta ayer mismo.

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