Humberto Nilo,
pintor chileno, ha sido protagonista de una maloliente historia: expuso su obra utilizando, como insólitos materiales, callos, riñones y otras vísceras de animales, que con el tiempo fueron descomponiéndose. La exhibición pictórica se celebraba en el Museo Nacional de Bellas Artes, principal centro artístico de Santiago de Chile, abierto sólo a los artistas más conocidos y en el que se desarrollan los concursos y las muestras más importantes. Humberto Nilo creyó que el material artístico que había usado no iba a descomponerse, al haber sido plastificado; pero reaccionó indignado cuando las obras fueron retiradas: según él, por primera vez se combinaban en el arte los sentidos de la vista y el olfato.
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