Empeoran las relaciones entre el PNV y los socialistas

Mientras que la «forma unilateral con que el partido del Gobierno está procediendo en la elaboración de las leyes orgánicas que afectan a la autonomía» podría «obligar al PNV a replantear sus posiciones actuales, incluida su posición en el Consejo General Vasco», el PSOE podría a su vez, y de manera simétrica, «cuestionar su actitud ante el Consejo General, si el PNV sigue pretendiendo imponer en todos los puntos en debate las tesis nacionalistas».Los graves desacuerdos surgidos en la última sesión del organismo preautonómico, veinticuatro horas después de la clausura del segundo congreso de los socialistas vascos -en el que abundaron las críticas al PNV- y de la asamblea de este último partido en Vizcaya, podrían considerarse síntomas de una crisis de doble dirección en el seno del Consejo. O quizá denotaría, simplemente, la proximidad de la confrontación electoral que dilucidará la composición del futuro Parlamento vasco.

Pero, incluso si se trata de esto último, no puede negarse que resulta excepcional que un órgano de concentración como el CGV -en el que la mayoría de las decisiones son tomadas por consenso- finalizase sin acuerdo todos los puntos con contenido directamente político debatidos en el pleno del lunes. El titular de la Consejería de Trabajo -pero también presidente del Partido Socialista de Euskadi-Juan Iglesias, convocó ayer a la prensa para expresar su desacuerdo con la versión ofrecida la víspera por el portavoz nacionalista del CGV, Gotzon Olarte, de la discusión producida en torno al proyecto de «marco autónomo de relaciones laborales» elaborado por su departamento.

Por otra parte, el Euskadi Buru Batzar, máximo organismo del PNV, hizo público anoche un documento sobre la violencia. En dicho texto se dice que este partido «desea la pronta celebración de las elecciones al Parlamento vasco para que, por quinta vez consecutiva en dos años y medio, quede claro el carácter minoritario de quienes respaldan la vía de la violencia», y agrega que todo atentado, incluidos los que se dirijan contra las actuales Fuerzas de Orden Público, «será enérgicamente condenado y perseguido por el Gobierno vasco», al tiempo que hace un llamamiento a un esfuerzo solidario de reconstrucción.

Una hora después, Garaikoetxea, al frente de una representación del órgano ejecutivo del PNV, expresaba, por su parte, su doble preocupación ante «ciertas posturas actuales del partido del Gobierno» y «algunas actitudes recientes del Partido Socialísta».

Garaikoetxea comenzó por «advertir al Gobierno» de que su partido «no permanecerá indiferente ante las amenazas que para la autonomía suponen la lentitud en el cumplimiento del calendario previsto y de las transferencias acordadas», así comola «elaboración, sin una participación suficiente por nuestra parte, de leyes que, como la de Autonomía Universitaria, la del Poder Judicial o el Estatuto de los Trabajadores, tienen una incidencia directa en la autonomía.

Respecto al PSE, Garaikoetxea considera «insultantes» algunos conceptos vertidos en su segundso congreso, especialmente irritante el «énfásis con que se consideran asimismo como único partido responsable frente a todos los demás, a los que nos tacha de demagogos». Esta actitud resulta tanto más inaceptable, en opinión de Garaikoetxea, cuanto «si alguien está teniendo una posición irresponsable en temas tan graves como el de Navarra es precisamente el PSOE». Para el líder nacionalista es también irresponsable la postura socialista sobre la participación ciudadana en los ayuntamientos.