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Los sectores de vanguardia, posible solución para la industria española

La industria española, ante su entrada en la Comunidad Económica Europea, deberá especializarse en sectores de vanguardia con un grado intermedio de tecnología. Esta es una de las conclusiones del estudio sobre La industria española ante la CEE, editado por el Instituto de Estudios Económicos y realizado por ESADE.

En la presentación del trabajo, realizada ayer por el director general del Instituto de Estudios Económicos, Víctor Mendoza, el presidente del. Banco Urquijo y miembro del IEE, Jaime Carvajal, y Francisco Gómez Martos, economista participante en el desarrollo del estudio, se subrayó que desde el año 1960 la industria española se ha especializado en sectores de producción regresivos o de crecimiento lento. Esta circunstancia favoreció un alto grado de desarrollo en aquellas esferas en que el ritmo de crecimiento de la CEE fue inferior al crecimiento industrial medio y produjo una menor participación en los sectores más dinámicos en Europa.La industria española, parecida a la italiana y complementaria en algunas facetas de la alemana, francesa y británica, está especializada en sectores que dentro de la CEE se hallan en crisis. Sectores como la siderurgia, textil, construcción naval, cuero y calzado, que sufren problemas de exceso de capacidad a escala mundial y una competencia acrecentada por parte de los países en vías de desarrollo.

En el estudio se estima que la industria española, dentro del marco ole una reestructuración industrial a nivel europeo comunitario, debe acometer la reducción y abandono de ciertas actividades y promover el desarrollo de nuevos sectores industriales de vanguardia que sean capaces de absorber el empleo sobrante en los sectores más tradicionales.

El estudio de ESADE parte de la base de una posible adhesión española a la CEE a partir del próximo día 1 de enero de 1983. En el mismo se considera la necesidad de que a España no se le exija un período corto para el desarme arancelario. Los seis primeros miembros de la CEE, se recuerda en el texto, necesitaron alrededor de diez años para completar la unión aduanera.

El trabajo sobre la industria española ante la CEE -la integración supondría para España situarse en el quinto puesto dentro de las potencias comunitarias- aborda de forma colateral los temas financieros -este sector se vería poco afectado por el ingreso, en opinión de Jaime Carvajal- y sectores como el pesquero, que se deberían acoplar a la legalidad internacional en la reducción del nivel de capturas.

En el voluminoso estudio -consta de 680 páginas- se pone de relieve la necesidad de acometer en la industria española un proceso selectivo, complementario en algunos casos con la producción que se da en la Europa comunitaria. No obstante, y como se puso de manifiesto en la presentación del mismo, se considera necesario un debate amplio, serio y científico sobre las ventajas e inconvenientes de la adhesión española a la CEE.

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