Críticas a Pujol por unas declaraciones contra el Ayuntamiento de Barcelona

«Jordi Pujol decidió ponerse al lado de Abril Martorell en el tema del camino a seguir para solucionar los problemas de Barcelona. Ello está en radical contradicción con la presencia de su partido en los organismos rectores del municipio, desde donde se aplica una política que es antagónica con la expresada por Pujol.» Con estas palabras, una destacada fuente socialista del Ayuntamiento de Barcelona quiso replicar a unas recientes declaraciones del señor Pujol a una agencia informativa.

En aquellas manifestaciones, Jordi Pujol dijo: «Creo que el alcalde de Barcelona, Narcís Serra, se equivoca al intentar resolver los problemas de la Ciudad Condal por medio de una solución general. Esto no puede ir bien. » Afirmó también que «una solución general no puede resolver los problemas de Barcelona. Hay que buscar una vía específica, al igual que lo está intentando Madrid ».El consistorio barcelonés -en el que ocupan cargos miembros del partido de Pujol- siempre ha sido partidario de hallar primero una solución general para las haciendas de todos los municipios españoles y después, en su caso, buscar soluciones más específicas para el caso de Barcelona, cuyo municipio es el que ha asumido mayor número de servicios sociales de toda España.

La izquierda opina, en síntesis, que los problemas de Barcelona son básicamente los mismos que los de las restantes ciudades, sólo que más graves. El Gobierno, por boca de Abril Martorell, ha preconizado lo contrario, al igual que ahora Jordi Pujol. La diferencia entre uno y otro es que la UCD catalana es consecuente con su no participación en el gobierno de Barcelona.

Fuentes socialistas precisaron que en algunos casos el Gobierno ha dado ayudas para cubrir parte del enorme déficit municipal, pero con la condición de que estas ayudas no salgan a la luz pública. El argumento del Gobierno, según las fuentes, es no provocar más demandas o una acentuación de las mismas por parte de otros consistorios. «Pero ello es una trampa», precisaron, «por la cual te pueden tener cogido. Además, la ciudad ha de saber cómo marcha su hacienda. No se trata de no coger dinero, sino de hacerlo públicamente. »

Las fuentes consultadas explican la contradicción existente entre la hasta ahora política del partido de Pujol y sus declaraciones, en base a tres razones: la primera, la situación financiera del grupo Banca Catalana; la segunda, la fuerte oposición a la política de colaboración con comunistas y socialistas que se da en el seno de su partido, y la tercera, el deseo de obtener los votos o la pasividad de UCD en el momento en que el Parlamento catalán deba elegir un presidente de la Generalidad.

La primera razón se basa en que el Banco de España aún no ha dado la preceptiva autorización a la suscripción por parte de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares de acciones de Banca Catalana -de la que Pujol continúa siendo el principal accionista- por un valor efectivo de unos 1.000 millones de pesetas. Dicha operación va acompañada de la concesión de créditos de la misma Caja a Banca Catalana por un importe de otros 1.000 millones.