La asamblea de trabajadores decidirá sobre la huelga de la construcción de Valladolid

Hoy será una jornada clave en el desarrollo de la huelga de la construcción de Valladolid, que alcanza ya 38 días de duración. Tanto CCOO como UGT han decidido variar la estrategia mantenida hasta ahora en el conflicto y han convocado a sus afiliados a sendas asambleas, en las que podría acordarse la vuelta a las negociaciones. Negociaciones que quedaron rotas el pasado lunes, al no aceptar la asamblea de trabajadores la última oferta de la patronal.

Representantes de CCOO de la comisión negociadora han sido tajantes en sus manifestaciones: «Si nuestros afiliados aceptan hoy la propuesta empresarial, firmaremos el convenio y desconvocaremos la huelga. No se trata de romper la unidad de la comisión negociadora», añadieron, «sino de tener muy claro que cuando se convoca una huelga hay que saber salir de ella; la huelga es un túnel con dos salidas, nunca un pozo. Hay 14.000 familias pendientes de hallar una solución y es preciso demostrar una gran responsabilidad ante este hecho.»CCOO estima que la oferta patronal «no es un cúmulo de bendiciones, tiene partes positivas y negativas, pero se puede negociar sobre ellas; la petición de 465.000 pesetas anuales nunca nos la hemos planteado como un postulado; hace falta inteligencia para buscar un acuerdo».

Por su parte, el comité ejecutivo provincial de UGT considera que «la única salida, aunque no sea la más aceptable, porque no corresponde a las aspiraciones del sector en este momento, es la firma del convenio en base a la última oferta; ir a un laudo sería un fracaso y dejaría insatisfechos a los trabajadores». De cualquier forma, el comité ejecutivo de UGT deja la decisión final en manos de la federación de construcción, que también reunirá hoy a sus afiliados.

CSUT y SU, las otras dos centrales que forman la comisión negociadora, están en contra de la postura de CCOO y UGT y son partidarias de defender con firmeza la petición de 465.000 pesetas anuales, de mantener la unidad y de que sea la asamblea de trabajadores quien decida. CCOO, en la rueda de prensa celebrada en la noche del miércoles, indicó al respecto que «no entendemos cómo una mesa negociadora, que en un momento dado renunció a las 465.000 pesetas, se somete ahora a una asamblea que no es íntegramente el sector, que cada vez está compuesta por gente de la más variopinta procedencia: universitarios, trabajadores de FASA y especialistas del paro obrero. Nosotros aceptaremos», agregaron, «las decisiones de la asamblea si ésta se puede pronunciar con libertad, pero no vamos a pasar por un asamblearismo oportunista y dirigido por aquellos cuya representatividad no llegue ni a contemplarse».

En las últimas asambleas celebradas tras la negativa a aceptar la última oferta patronal, los representantes de CCOO fueron abucheados.

El conflicto, después de un mes de duración, ha entrado en una nueva etapa, en la que late como fondo de la cuestión la lucha entre el sindicalismo organizado en centrales y el asamblearismo.