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NAVARRA

Carlos Catalán niega su participación en el robo a la catedral de Burgos

Carlos Catalán, presunto miembro de ETA militar, supuestamente encartado en el robo de papel moneda de Burgos, ha dirigido una carta a la opinión pública, en la que señala que la nota oficial del Gobierno Civil de Álava sobre el tema mezcla un hecho real, como la sustracción de varios pliegos sin timbrar en la fábrica de la moneda de Burgos, con otros que él califica de manifiestamente falsos, con la intención de «desprestigiar a ETA ante su pueblo».Según manifiesta Carlos Catalán en su carta, efectivamente sirvió de enlace entre la dirección de ETA militar y Juan José Molinero (presunto autor del robo en la fábrica de la moneda), al que acompañó en dos ocasiones al País Vasco francés, «para tratar de llegar a un acuerdo sobre una cantidad importante de papel especial impreso con el dibujo al agua. El desenlace de esta negociación lo ignoro, ya que escapa a mi cometido».

Por otra parte, Catalán precisa que a su tienda de antigüedades llegaron con posterioridad dos cruces bizantinas que le infundieron sospechas, por lo que consultó varias obras de arte, y, al comprobar que se trataba de piezas robadas, denunció el hecho a la policía en enero de 1978. «Esta es toda mi relación», afirma Carlos Catalán, «con el robo de la catedral de Burgos; relación que sucedió al margen de todo matiz político, por supuesto al margen de ETA, en el contexto estricto de mi actividad profesional.» En este sentido, el presunto miembro de ETA militar manifiesta que tratar de implicarle «en semejantes hechos, ante los que estoy especialmente sensibilizado y repudio como atentado al patrimonio popular, es una infamia que denuncio con todas mi fuerzas».

La nota oficial del Gobierno Civil de Álava, aseguraba, por su parte, que el 16 de marzo de 1978 se encontraron en poder de Carlos Catalán dos cruces bizantinas, que habían sido sustraídas en la catedral de Burgos. En esta cuestión, Carlos Catalán precisa que e inspector Manuel Gabieíro se personó en su domicilio y se hizo cargo de las dos obras de arte a principio de enero de 1978, en presencia de varios testigos, y no en la fecha que la nota del Gobierno Civil de Álava asegura.

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