_
_
_
_

Madera más color negro

¿Qué hay detrás de cada máscara? ¿Otra? Tal vez sólo el desasosiego de alguien al que le falta un adversario que esté a su altura. Para una desorganización de ciertos datos íntimos, hablaba de continuo Navascués. Le decía a Juan Cueto: «Mis objetos tienen algo de mueble burgués de los que dan prestigio; de ahí su preciosismo. Pero son muebles completamente inútiles.» Y a Félix Guisasola: «Pienso que el éxito en la comunicación es conseguir que el otro se sienta como si hubiese encontrado justamente aquello que esperaba encontrar.» De mi primer encuentro con él recuerdo estas palabras: « Lo angustioso es ahondar en la superficie para toparse siempre con nuevas superficies.» Inutilidad, comunicación y angustia reivindicadas. Pero labraba Navascués la madera con aplomo y cariño. De sus manos salían, bajo el disfraz del júbilo artesano, contactos sensuales, cajas, dedos, hamacas, mujeres y pilotos, aviones, armarios, celestes guillotinas, máquinas delirantes para cazar vampiros, puertas al camposanto de muy leves colores... Uno a olvidar llegaba, pese al frecuente trato con Luis Fernández, el pudor riguroso con que los asturianos ocultan de ordinario la gran desolación. Escudo de la vida que da señal de muerte.¡Extraño oficio, el de vivir sangrando colorido y madera! Pulir hasta el final una corteza. Con ruido grave de herramienta y frases, como un desdoblamiento que asciende del pasado al fin.

Más información
Ha muerto en Asturias el escultor José María Navascués

Se tiñe la madera, al término, para sólo morir en un color.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_