El envío de tropas españolas a Guinea puede exigir autorización de las Cortes

El diputado Fernando Sagaseta, representante de Pueblo Canario Unido (PCU), ha formulado una pregunta al Gobierno en relación con el posible envío de unidades militares españolas a Guinea.

Sagaseta, en su escrito, que entregó el jueves en la secretaría del Congreso, interroga sobre la verosimilitud de las noticias que ha recogido la prensa en este sentido y sobre la posible creación de un puente aéreo y marítimo militar proyectado por el Gobierno -dice el diputado- entre Canarias y Guinea.Por fin, Sagaseta pregunta en su escrito: «En el supuesto de que haya algo de cierto en todo lo que se pregunta, ¿desconoce el Gobierno que cualquier medida de carácter militar que implique de algún modo agresión o convenio con terceros exige el consentimiento previo de las Cortes Generales, según la Constitución vigente?».

La pregunta del diputado canario parece apuntar al texto del artículo 94 del texto constitucional, a tenor del cual: «La prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de tratados o convenios requerirá previa autorización de las Cortes generales en los siguientes casos: a) tratados de carácter político, y b) tratados o convenios de carácter militar.»

La falta de información oficial sobre este tema y el carácter final que pueda tener la ayuda española a Guinea, tanto en su contenido como en su formulación jurídica, plantean, sin duda, un tema de excepcional importancia, al menos por lo novedoso para nuestra política exterior.

De confirmarse en el futuro la presencia de fuerzas militares españolas en Guinea, con el objetivo de consolidar el régimen instaurado en la antigua colonia española, tras el golpe que derribó al presidente Macías, será la primera vez que nuestro país envía tropas a un país con acuerdo del Gobierno que las recibe. El antecedente más próximo, aunque sustancialmente distinto, en este terreno habría que encontrarlo en el envío de tropas españolas a la Unión Soviética, a petición del Gobierno alemán, durante la segunda guerra mundial.

A juicio de algunos observadores, con la presencia de tropas españolas en Guinea y aunque se insistiese en que el envío español tiene exclusivamente carácter de apoyo para el Ejército de aquel país con labores de adiestramiento y eventualmente disuasorias frente a conflictos que pudiesen surgir en aquel territorio, la situación de hecho quedaría configurada por el asentamiento de un cuerpo expedicionario extranjero en la zona.

Se recuerda también la existencia de acuerdos entre Francia y alguna de sus antiguas colonias africanas, que han motivado intervenciones militares francesas a petición de aquellos países.

Con los datos que hasta ahora se poseen, tampoco puede afirmarse que ha de tratarse de algo similar, pero se resalta que, en el mismo momento en que se materialice la llegada de efectivos españoles a Guinea, estaremos ante una situación de indudable importancia en el conjunto de nuestras relaciones internacionales, y añadiría un nuevo dato al reparto de influencias de países europeos en aquel continente. No hay que olvidar tampoco -pese a desmentidos oficiales- que el Gobierno español tuvo conocimiento previo del golpe del teniente coronel Teodoro Obiang Nguema y prestó una discreta cobertura a las actividades políticas que precedieron al derrocamiento de Macías.

Por todo ese conjunto de datos, cabe afirmar que los acuerdos con Guinea suponen la materialización de una política concreta y desconocida para nuestro tráfico internacional habitual.

Durante la entrevista que mantuvieron el jueves el presidente del Gobierno y el líder socialista Felipe González se abordó el tema de Guinea, aunque se ignora el contenido concreto de lo tratado sobre este punto.