El ex seminarista Jerry Brown, tercer candidato demócrata a la presidencia norteamericana
El gobernador de California, Edmund Jerry Brown, anunció ayer en Washington su candidatura a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de 1980, declarándose dispuesto a «proteger la tierra, servir al pueblo y explorar el espacio».
Brown, de 41 años de edad, propuso la nacionalización de todas las importaciones de petróleo y la incorporación de representantes de los consumidores a los consejos de administración de las grandes compañías petrolíferas. El gobernador demócrata dijo tener un plan para impedir nuevas subidas del precio del crudo por parte de la OPEP, pero se negó a revelarlo por ahora.En una conferencia de prensa celebrada en el National Press Club de Washington, Jerry Brown se definió a sí mismo como el «candidato del futuro», y dijo que Norteamérica es en estos momentos «un gigante dormido que necesita ser despertado».
El antiguo seminarista jesuita, que fue elegido gobernador de California en 1974 y reelegido por amplísimo margen en 1978, reconoció que los otros dos aspirantes a la nominación presidencial por el Partido Demócrata, el presidente Carter y el senador Kennedy, le llevan mucha ventaja, pero se mostró dispuesto a seguir una campaña de «David contra Goliat».
Jerry Brown es licenciado en Derecho por la Universidad de Yale, y cuando fue elegido gobernador de California renunció a utilizar la mansión, el automóvil y el avión particular que conlleva este puesto. Su unión sentimental con la cantante Linda Ronstadt y, en especial, un viaje por Africa que hicieron juntos este año, le han acarreado duras críticas de los sectores conservadores.
El segundo candidato demócrata que aspira a dejar sin trabajo a Jimmy Carter explicó ayer en Washington sus planes para «reestructurar la industria del petróleo». Esencialmente, esos planes consisten en la creación de un ente gubernamental encargado de comprar todo el petróleo que importa Estados Unidos, sin que las grandes corporaciones privadas pudieran hacerlo directamente.
Como condición para poder comprar el crudo a esa agencia estatal, las compañías petrolíferas tendrían que admitir en el seno de sus consejos de administración a representantes de organizaciones de consumidores, según el proyecto del gobernador Brown.
Aunque ningún sondeo de opinión es favorable a Jerry Brown, la presencia de éste en la batalla electoral puede producir serios daños a los otros dos candidatos demócratas. En 1976, Brown ganó a Carter en tres elecciones primarias, antes de retirarse de la lucha por la Casa Blanca.
Brown dijo ayer que si fuera elegido presidente potenciaría al máximo el programa de exploración espacial. Los enemigos del nuevo candidato demócrata le acusan de oportunismo político, de ponerse inmediatamente al lado de las opciones más populares, desde la oposición a la energía atómica hasta el movimiento pro reducción de impuestos.
Jerry Brown, hijo de un antiguo gobernador de California, se ha manifestado a favor del aborto, contrario a la pena de muerte y fue partidario del candidato liberal a la presidencia, Eugene McCarthy.
Para recolectar fondos electorales, Brown recurrirá a sus amigos en el mundo de la música pop, y ya ha anunciado la próxima celebración de conciertos a cargo del conjunto Chicago y, naturalmente, de Linda Ronstadt.
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