Derecho a la vida desde la concepción

En honor a la verdad y a la independencia en la prensa, tengo el gusto de escribirle la presente para transcribir una información, aparecida en diversos periódicos de Madrid, y que he podido comprobar que en los ejemplares de su diario de los días comprendidos entre el martes 23 y el domingo 29 no ha sido publicada, habiendo aparecido la primera información con fecha 22 de octubre.La noticia dice así: «En la última reunión que acaba de celebrar en Estrasburgo, la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa ha aprobado una resolución por la que invita a los países miembros a adoptar una carta europea de los derechos de la infancia, que reconozca, entre otras cosas, el derecho del niño a la vida desde el momento de su concepción. »

En el texto, la asamblea pide también que se reconozca un derecho a la vivienda y, alimentación adecuadas, en un ambiente sano. Por otro lado, el papel de los padres también ha sido precisado en el documento de la asamblea: "Los padres no tienen ningún derecho sobre la nueva vida, sino que tienen obligación de protegerla, alimentarla y situarla en las mejores condiciones posibles para defenderse cuando alcance la edad de la madurez".» (Ya, 23 de octubre de 1979.)

Por cierto, que esta omisión me hace pensar que ha sido plenamente provocada, dada la profusión de noticias, informaciones, cartas, etcétera, aparecidas a toda página en esos mismos días, en que ha faltado esta noticia sobreél famoso «proceso de Bilbao», por el cual se van a juzgar, en orden a la ley vigente, por el delito de aborto o de su colaboración en el mismo, perfectamente tipificado en nuestro ordenamiento jurídico, y del cual me he molestado en leer la Declaración Universal de los Derechos Humanos y no he encontrado que conste por ningún lado de la misma este supuesto derecho que pretenden reclamar esas mujeres; así como las informaciones que con inusitada profusión han venido transmitiendo a sus lectores, mientras que se callaban otras opiniones y decisiones de organismos, mucho más competentes y que contraponen la línea seguida últimamente por el periódico. Eso, para los que leemos más de un periódico, para realizar estudios de prensa, que como estudiante de periodismo complementan nuestros conocimientos, se llama una manipulación de las noticias, según intereses de grupo o de línea editorial.