Denuncian la acción de la policía contra mujeres

Queremos expresar nuestra sorpresa e indignación ante los lamentables hechos sucedidos el sábado pasado en la Audiencia Provincial de Madrid, cuando doscientas mujeres encerradas pacíficamente fueron desalojadas por la Policía Nacional sin previo aviso y con inusitada violencia. Es muy probable que los agentes tuvieran instrucciones específicas del gobernador civil para dispersar la concentración. Lo que no sabernos es si estas instrucciones incluían también, además de los malos tratos físicos, esa segunda «paliza» verbal con que los agentes agredieron a las mujeres encerradas. Ya resulta de por sí desmesurado el hecho de que la Policía Nacional cargara sin previo aviso contra unas personas que estaban ejerciendo su derecho constitucional a expresar disconformidad con la legislación vigente sobre el aborto -disconformidad que compartimos-, máxime cuando en este grupo se encontraban también algunos niños y varias mujeres en avanzado estado de gestación. Pero lo que produce todavía más bochorno es que algunos de los policías, que por su juventud se suponen salidos de las últimas promociones y, por tanto, animados por otro talante profesional, se lancen a la carga al grito de «zorras, «putas», «hijas de puta», «idos a abortar fuera» y «aquí tenéis cojones», frase esta última, por cierto, que acompañaban con repetidos golpes de porra, lo que plantea algún interrogante sobre cuál es el sentido de la virilidad que poseen estos caballeros. Claro que quizá los agentes se limitaban simplemente a cumplir las estrictas instrucciones del gobernador civil, en cuyo caso habría que trasladar al último estos mismos interrogantes.Si desde que se aprobó la Constitución nos encontramos en un Estado de derecho, habrá que recordar que los Estados de derecho castigan duramente el abuso de poder y que, si el insulto por parte de un ciudadano a la policía está penalizado, el castigo es doble cuando es el policía el que insulta a un ciudadano.