Fittipaldi compra la escudería Wolf
La escudería Wolf de fórmula 1 acaba de ser adquirida por el piloto brasileño Emerson Fittipaldi. La crisis financiera del equipo propiedad del multimillonario canadien,se Walter Wolf, unida a la absoluta falta de competitividad de los coches de Fittipaldi y al hecho de que Copersucar, patrocinador del brasileño, cesa en su apoyo a éste, han desembocado en este acuerdo.La idea de Fittipaldi es conseguir otro potente soporte publicitario que le permita seguir en la fórmula 1 con unos ingresos fabulosos como los que tenía hasta ahora, gracias a Copersucar, empresa paraestatal de su país. La única forma de lograr los quince millones de pesetas que el brasileño ingresa actualmente al mes es montar su propio equipo -más o menos lo que era hasta ahora- y conseguir que éste sea medianamente competitivo -algo que estaba muy lejos de ser su equipo actual-. La adquisición de Wolf persigue ambos objetivos.
Pero si la escudería Copersucar era muy mediocre, y sólo el hecho de conta-r con un potentísimo apoyo estatal de un país tan rico como Brasil la mantenía en escena, la Wolf tampoco ha podido demostrar durante toda esta temporada recién concluida un nivel técnico muy elevado. De ahí que la decisión de Fittipaldi, apoyado por su hermano y por su padre en la formación de este nuevo equipo, no parezca que vaya a devolverle a ese pasado esplendoroso en el que el piloto brasileño logró dos títulos mundiales -1972 y 1974- y se erigió en el gran piloto del comienzo de esta década.
Por eso, pese a contar con una nueva escudería, gran cantidad de material -más de veinte motores Ford Cosworth- y un equipo de más de cincuenta hombres, Emerson Fittipaldi es más que probable que siga ocupando las posiciones medias o de retaguardia de las parrillas de salida en las carreras. Eso sí, con el nuevo patrocinador seguirá ingresando impresionantes sumas de dinero.
Con la adquisición de la escudería Wolf por parte de Emerson Fittipaldi, las negociaciones entre este equipo y el actor norteamericano Paul Newman han quedado definitivamente rotas. Newman, centrado plenamente en la competición automovilística -hasta el punto de que prácticamente ha abandonado su actividad como cineasta- desde la trágica muerte de su único hijo por un exceso de drogas, tendrá que buscar otro equipo para hacer correr al joven fenómeno norteamericano Rick Mears y poder satisfacer sus aspiraciones de manager.
Al mismo tiempo, el finlandés Keke Rosberg se queda sin coche, porque el segundo monoplaza del nuevo equipo de Fittipaldi será pilotado por Chico Serra -joven valor brasileño que ha despuntado en la fórmula 3- o por el también brasileño Alex Ribeiro, sin que pueda descartarse la participación de algún piloto no brasileño -depende del nuevo patrocinador-, como el alemán Jochen Mass.
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