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Policías tiroteados en un restaurante de San Sebastián

, Tres jóvenes abrieron fuego de metralleta ayer contra un grupo de policías nacionales que se encontraban comiendo en el restaurante Gurea, de la capital donostiarra, en una acción en la que fueron alcanzados también varios trabajadores que almorzaban en una mesa contigua. A últimas horas de la noche permanecían ingresadas ocho personas en distintos centros sanitarios de San Sebastián. Dos de los policías internados presentaban lesiones graves, lo mismo que uno de los civiles, mientras que el resto de los heridos se encontraban fuera de peligro, salvo complicaciones.A las dos menos diez de la tarde de ayer tres jóvenes armados con metralleta penetraron en la cafetería Gurea, del barrio donostiarra de Loyola, y desde el umbral de la puerta vaciaron los cargadores de sus armas contra un rincón del establecimiento en el que se encontraban comiendo un grupo de policías, junto a otra mesa en la que almorzaban los trabajadores. Los agresores, que actuaron con la cara descubierta, se dieron rápidamente a la fuga en un automóvil que tenían aparcado en las proximidades y en el que, al parecer, esperaba un cuarto miembro del comando.

Once personas -ocho policías y tres civiles- habían sido alcanzadas por las balas disparadas, y tres de ellas, tras ser atendidas de leves rasguños, fueron trasladadas a sus respectivos domicilios. Un grupo de trabajadores que se encontraba comiendo en la mesa más próxima a los policías resultaron también heridos por las balas, y al menos uno de ellos presenta lesiones de carácter grave.

Minutos después del atentado llegaban al lugar numerosas ambulancias y coches policías que se encontraron a los heridos tirados en el suelo en medio de manchas de sangre y junto a ellos las mesas volcadas donde habían estado comiendo.

Más tarde, la policía encontró en el lugar del suceso veinticinco casquillos de calibre nueve milímetros Parabellum de la marca Geuelot y la pared del establecimiento presentaba ocho impactos de bala.

En el momento de producirse el atentado se encontraban en la barra del bar dos sargentos del Ejército -el cuartel de Loyola se encuentra a poca distancia del lugar del suceso- que vestían de uniforme, a diferencia de los policías nacionales ametrallados, que iban de paisano.

La confusión creada en un primer momento -la radio de la policía hablaba de seis miembros de las FOP heridos y dos civiles alcanzados también por balas- continuó a últimas horas de la noche de ayer y las noticias facilitadas en el Gobierno Civil y en la comisaría de San Sebastián diferían en algún caso de las difundidas en los centros sanitarios donde permanecen ingresados los heridos.

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Los policías nacionales que presentan heridas de mayor gravedad son Mariano López Ramos y Tomás Baena Abril, que se encuentran ingresados en la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, de la capital donostiarra. En la misma situación fue atendido en la policlínica el trabajador Pedro González Biñuelas. En el primero de los centros sanitarios permanecían también el policía Francisco Ponce Valdecillo y los civiles Francisco y Antonio del Río Alonso. En este mismo centro fueron atendidos de leves lesiones los policías Isidoro Villanueva Laso, José García Serrano y Guillermo González Ruiz, que, tras las primeras curas, fueron autorizados a trasladarse a sus respectivos domicilios.

En la policlínica fueron ingresados desde primeras horas de la tarde los policías Luis Pérez Ruiz y Alfredo Rodríguez Fernández, que sufren leves lesiones, salvo complicaciones.

Pese a que el bar se encontraba frecuentado a la hora del atentado, pocas han sido las personas que se han extendido en dar detalles sobre lo sucedido. La agencia Efe recogía la versión de uno de los camareros, según la cual los agresores habrían disparado tres ráfagas de metralleta, primero, contra una mesa en la que había ocho policías, y, posteriormente, contra otra cercana en la que había civiles.

Lo cierto es que los jóvenes armados huyeron sin mayores dificultades en el R-12 matrícula SS-5218-K, que posiblemente habrían robado momentos antes, aunque a las nueve de la noche de ayer no se había recibido ninguna. denuncia por este motivo en la comisaría de San Sebastián.

Numerosas personas que se habían enterado por la radio de la presencia en San Sebastián del ministro del Interior relacionaron el despliegue espectacular de coches policiales y ambulancias con un posible atentado contra la autoridad gubernativa.

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