Tratamiento informativo del viaje papal

Este curso acabo Periodismo. En la facultad se suelen poner como modelo de estructura los editoriales de su periódico. Hoy he leído el editorial (4 de octubre) y, sinceramente, se me ha caído de las manos.Pensaba encontrarme, por el título, una explicación de la función y papel que puede jugar dentro del mundo y de las relaciones internacionales el «gigante» Juan Pablo II. Lo que me encuentro son frases de este estilo: «No son sólo los católicos los que vibran ante la actividad incesante de Wojtyla, sino el gran bloque de los conservadores, nuevos y antiguos. » Señalan cada uno de los viajes como resolutorios de un problema concreto nacional. En Polonia, para fortalecer la lucha contra el Gobierno; el de Irlanda, como respuesta a la guerra del IRA; el de Estados Unidos, como de recogida de votos para el católico Kennedy; uno posible a la URSS, de apoyo a los disidentes. (Por cierto, que falta el de México.)

Pienso que EL PAÍS no está a la altura de las circunstancias con estas interpretaciones; estos viajes son algo mucho más grande que la resolución de los problemas concretos de unos países concretos, pienso que es la renovación de la espiritualidad mundial cuando la sociedad se ve ahogada en su materialismo. ¿Por qué no llega a entender éste algo más (su editorialista) de los viajes del Papa? Me parece que es por la «manía» de ver el mundo por el caledoscopio de la política. Si este diario nació para ocupar un hueco en la opinión política, pienso que ya es hora de aires nuevos en la redacción, y dejar de entender todas las noticias con «clave» política, y hacer un verdadero periodismo libre e independiente.