Sobre los refugiados vietnamitas

Hacemos referencia a la carta de los señores Olga Ontalvilla y Santiago Gutiérrez, publicada el 30-9-1979 en su periódico.Hemos notado por parte del público español un gran interés espontáneo en lo que concierne a los mil refugiados indochinos que van a ser acogidos por España. Este interés es todavía mayor cuando se trata de huérfanos indochinos, ya que, en un generoso gesto, numerosas familias españolas se han ofrecido a adoptar niños que hayan perdido a sus padres durante los acontecimientos ocurridos en el sureste asiático.

Sin embargo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados ha tenido las siguientes experiencias

a) Afortunadamente, existen muy pocos menores que hayan perdido a sus padres, y la mayoría de ellos están entre los quince y diecisiete años.

b) Con respecto al grupo de adolescentes, se ha comprobado que encuentran grandes dificultades de convivencia cuando se integran a familias occidentales, recomendándose, por tanto, que sean acogidos por otras familias indochinas hasta que cumplan la mayoría de edad.

Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados no auspicia la adopción de estos menores, ya que, dada la confusa situación producida durante la salida de los países de Indochina, no existe en casi ningún caso la certeza de que los padres hayan efectivamente fallecido. Además, en general estos menores cuentan con otros familiares (tíos, primos, etcétera) ansiosos de reunirse con ellos en sus países de reasentamiento, por lo que la adopción dificultaría aún más estas posibilidades.

En estas circunstancias, estamos seguros de que las familias españolas que generosamente se han ofrecido a asistir en esta tarea humanitaria sabrán comprender que lo que prima en todo momento es el desarrollo armónico y el bienestar de estos menores, quienes, por razones culturales, encuentran mayores posibilidades de desarrollo en el seno de familias de su mismo origen.

Representante del ACNUR en España