_
_
_
_
_

Libia y Argelia refuerzan su cooperación militar

Argelia y Libia se proponen intensificar su cooperación militar y dedicar una atención especial al sector de la Marina de guerra. Un breve comunicado hecho público en Argel, en torno a las conversaciones mantenidas en esta capital por el jefe de la Marina libia, con el secretario general del Ministerio de Defensa argelino, vuelve a poner en primer plano el nivel y la importancia de las relaciones militares entre ambos países.Argelinos y libios se hallan unidos, en el plano militar, por diversas cláusulas -mantenidas en secreto-, acordadas en las conversaciones celebradas en diciembre de 1975 en la base 24 de Febrero, de la localidad argelina de Hassi Messaud, en los confines saharianos, entre dos delegaciones dirigidas respectivamente por el fallecido presidente Huari Bumedian y el coronel Muamar el Gadafi.

La declaración conjunta argelino-libia de Hassi Messaud forma lo que podría calificarse de «acuerdo-marco» de las relaciones políticas y militares entre ambas revoluciones y representa, con toda claridad, el verdadero punto de partida de las normativas especiales que unen a Argel y Trípoli.

En Hassi Messaud, libios y argelinos acordaron «hacer frente a todas las provocaciones dirigidas contra una de las partes, cualquiera que fuera su naturaleza, y se situaran donde fuera». Todo ataque contra una de las partes debía ser considerado como una declaración de guerra a los dos países.

El conflicto egipcio-libio desatado en julio de 1977 puso a prueba el tratado de Hassi Messaud. Aunque nunca se dijo públicamente en Argel, lo cierto es que, tras el ataque efectuado el 21 de julio de ese año, por las tropas egipcias, a la localidad fronteriza libia de Mossaed, el coronel Gadafi solicitó una ayuda militar a Argelia como se lo permitían las cláusulas del tratado.

El presidente Bumedian no estimó necesario responder a esa solicitud, ya que consideraba que el conflicto podía resolverse por vías pacíficas. El fallecido dirigente argelino realizó entonces una misión de mediación, trasladándose a Trípoli y Alejandría y obteniendo de las dos partes implicadas en el conflicto un alto el fuego.

La firma del tratado egipcio-israelí ha llevado a argelinos y libios a consolidar sus relaciones y hablar de la necesaria y lógica reactivación de las obligaciones contraídas en Hassi Messaud. Tras la muerte de Bumedian, la primera visita «de amistad y trabajo» de Gadafi a Argel, realizada en mayo de este año, se traducía en la firma de un comunicado en el que se reafirmaba la validez de los acuerdos firmados en 1975 en la base 24 de Febrero, y se decidía crear una comisión mixta para poner en marcha la aplicación de los mismos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La eventualidad de una agresión marroquí lleva a los argelinos a considerar nuevamente la importancia que revestiría una alianza militar con Libia. Su primer campo de aplicación sería el sector naval y a ello se habría dedicado la misión dirigida por el teniente coronel Abdellatif Chekchuki, jefe de la Marina de guerra libia, en sus recientes conversaciones con el coronel Kasdi Merbah, secretario general del Ministerio de Defensa argelino.

La delegación libia ha reafixmado su voluntad de apoyar el frente argelino, en caso de conflicto con Marruecos. Esta determinación sería el resultado, no tanto de lo decidido en Hassi Messaud, que no pudo ponerse en práctica en 1977, como del convencimiento profundo que alberga el régimen libio de la participación personal de Hassan II en la preparación y firma del tratado de Camp-David entre egipcios e israelíes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_