Diez ejecuciones y nuevos sabotajes en Irán

Una bomba hizo explosión ayer en una fábrica de Juzestán, mientras continuaba el rescate de los cadáveres de las víctimas de un atentado contra un tren y el tribunal revolucionario de la provincia ordenaba la ejecución de ocho hombres acusados de sabotaje y rebelión. Otros dos iraníes fueron ejecutados en Ispahan y Torramabad.El artefacto explosivo, que explosionó en una fábrica de tubos de acero de la ciudad petrolífera de Ahvaz, causando considerables daños materiales, pero sólo un herido, constituye el quinto atentado importante en la provincia de Juzestán en menos de cinco días.

Entre tanto, el balance de víctimas del atentado de bomba perpetrado el miércoles contra un tren de la línea Teherán-Jorramshahr asciende a ocho muertos y diecisiete heridos.

Esta última ola terrorista en la provincia de Juzestán comenzó el pasado domingo con la voladura de una estación de telecomunicaciones y el subsiguiente corte de las comunicaciones telefónicas entre Teherán y los campos petrolíferos del sur de Irán.

Ese mismo domingo otra bomba hizo explosión en las cercanías de la residencia del gobernador de Jorramshahr, el puerto más importante del país. Finalmente, en la noche del domingo al lunes se produjeron dos explosiones en la Universidad de Ahvaz.

Entre los ocho hombres ejecutados en Ahvaz figuraban dos árabes declarados culpables de haber puesto el verano pasado una bomba en una mezquita de Jorramshahr, causando once muertos, y cometido actos de sabotaje contra los campos petrolíferos y las vías férreas de la provincia, informa la agencia Pars.

En Ispahan, ciudad situada a cuatrocientos kilómetros al sur de Teherán, fue condenado a muerte el que fue director de la organización El León y el Sol Rojos, equivalente iraní a la Cruz Roja, acusado de «malversación de bienes públicos, incitación a la corrupción y de estrecha colaboración con el régimen anterior». Echraghin fue ejecutado por la mañana.

La prensa de la capital iraní informa también de la ejecución de un traficante de drogas en Jorramabad.

La provincia de Juzestán fue escenario de violentos disturbios en julio pasado, cuando sus habitantes de origen árabe, que constituyen la población mayoritaria, se enfrentaron con las fuerzas gubernamentales para exigir la instauración de un régimen autonómico.

Las violencias en el Juzestán se reanudan cuando todavía no se ha logrado la pacificación del otro gran foco de conflictos étnico-autonómicos de Irán: el Kurdistán. Según noticias llegadas a Teherán, los rebeldes kurdos ejecutaron el pasado martes a cuatro guardias de la revolución, en represalia por la ejecución de cuatro habitantes kurdos de Mahabad.