Salvar la democracia
Como ciudadano hondamente preocupado por el momento histórico que vivimos, el editorial del día 25 me ha supuesto una evidente sensación de alivio.La entereza moral y la clarificación de posturas son factores que se están echando de menos en la interesada confusión a que quieren sometemos.
No es precisamente la democracia culpable de todo lo que tendenciosamente se la atribuye. Más bien la falta de profundización y de sinceridad de las estructuras que han de consolidarla; siendo además estas carencias el mapa de campaña de la estrategia terrorista.
Sinceramente les felicito. Por moverme en unas coordenadas normalmente alejadas de la línea de ese diario, no hay interés en el elogio. Pienso, empero, que, cuando tantas cosas importantes están en juego, sólo debe haber un compromiso: salvar nuestra identidad como colectividad.
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