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Publicidad TVE y AMPE

A partir de enero entrarán en vigor las nuevas tarifas de publicidad en TVE, que suponen un considerable incremento de precios y reducción del número de espacios. Los anunciantes, sin embargo, han presentado recurso contencioso contra el aumento que se aplica a los productos de bebidas alcohólicas y tabaco. Estos dos productos sólo podrán anunciarse a partir de las 21 horas. El anuncio más barato en ese segmento horario a partir de enero es de un millón de pesetas, y el más caro, de 1.300.000 pesetas. Pero cada anuncio de tabaco y alcohol costará exactamente el doble, por haber sido gravados con un incremento del ciento por ciento. Los anunciantes recurren porque el actual y vigente Estatuto de la Publicidad contempla la no discriminación de tarifas y piden que ese incremento sea considerado como una tasa. Feliciano Lorenzo Gelices, director de la Gerencia de Publicidad de TVE, manifestó a EL PAIS que se trata de una «medida disuasoria» y que el tema merece ser estudiado atentamente. «Se trata, en definitiva», dice el señor Gelices, «de saber si debe admitir se o no por TVE la publicidad de alcohol y tabacos.» El gerente de Publicidad de RTVE manifestó también que los ingresos de RTVE para el próximo año, en concepto de publicidad, se cifran en 18.000 millones de pesetas, cifra idéntica a la de 1978, y que cubre más de tres cuartas partes del presupuesto de RTVE (26.000 millones de pesetas para el presente año). La gerencia estudia también, caso por caso, el tema de las nuevas normas respecto a los anuncios de productos para la «higiene íntima» e imágenes del «cuerpo femenino». Normas que se mantienen, en líneas generales, pero con más flexibilidad al negociarse ahora que la presentación de esos productos no se limite exclusivamente a las imágenes del producto dentro de sus envases.José Antonio Martín, director de la Asociación de Medios Publicitarios de España (AMPE) -entidad que agrupa al 80% de los medios de publicidad, es decir, diarios, revistas, radio, publicidad exterior, cine y televisión-, manifestó a EL PAIS que las nuevas medidas de incrementos de precios y reducción de espacios de publicidad en TVE se consideran como «un saneamiento de la política comercial de TVE, pueden contribuir a paliar la competencia desleal de TVE hacia los otros medios, redunda en un bien social para los telespectadores e incluso puede beneficiar a los anunciantes, ya que un mensaje destaca más en un entorno no saturado. Será positivo siempre que no suceda como en 1974. En aquel año subieron los precios y se redujeron los espacios, pero estas medidas dejaron de aplicarse en años posteriores, en contra de lo dispuesto. Todo el mundo sabe que el presupuesto de RTVE es un saco sin fondo y que cuando éste se agota, por los motivos que sean, lo más fácil es presionar a la gerencia de RTVE para que facture más publicidad. No somos muy optimistas en cuanto a la exacción del impuesto por tenencia de receptores en color, como tercera vía de financiación del organismo. Se estima que el parque de receptores en color en nuestro país asciende a un millón de aparatos que, en principio, aportarían 5.000 millones de pesetas al presupuesto. Pero la exacción del impuesto será muy difícil y exige un equipo de personas muy numeroso y costoso. »

AMPE, de acuerdo con las declaraciones de su director, estudia también las consecuencias del Estatuto de la Radio y la Televisión, en particular en lo que se refiere a la extensión del monopolio estatal y a las televisiones de las autonomías. Según AMPE, el Estatuto «consagra la más equívoca indefinición del monopolio en su artículo primero, al añadir el adjetivo «esencial» a la consideración de servicio público. «Nosotros consideramos que lo ideal es una televisión estatal sin publicidad que no compita con las empresas privadas, que son el medio tradicional de la publicidad. En el caso de que existan emisoras privadas de televisión, creemos que debería adoptarse el modelo británico o suizo. Es decir, un canal comercial que no beneficie intereses privados, sino al servicio de los intereses sociales de todos. Nuestro deseo sería que el supuesto canal comercial privado se cooperativice con participación de todas las empresas informativas y de publicidad, regido por sus profisionales. Sería una opción beneficiosa para todos posibilitaría la transparencia in formativa, comercial y pblítica.»

José Antonio Martín comentó EL PAIS la preocupación de AMPE por el incierto sistema de financiación de las televisiones de las autonomías: «Si las televisione autónomas no reciben ayuda suficiente de la Administración, se verán obligadas a recurrir a la publicidad. La regionalización de la comercialización de publicidad e televisión y la consiguiente creación de mercados estancos su pondría un grave riesgo para la supervivencia de la prensa, revista y radio comercial.»

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