Macías mantiene que desconocía las matanzas en Guinea Ecuatorial
El juicio contra el ex presidente guineano Francisco Macías y ocho de sus principales colaboradores entró ayer en su tercer día, sin que el procesado reconociera los cargos de genocidio, traición y malversación de fondos del Estado que se le imputan.
Sin embargo, algunos de sus colaboradores revelaron episodios de represión hasta el momento desconocidos y cuya responsabilidad atribuyen al principal acusado. Uno de ellos fue la instalación camuflada de fosos con lanzas en puntos cercanos a las fronteras con Gabón y Camerún, para evitar la huida de los guineanos. Ocho de ellos murieron ensartados de esta forma.Como «una tontería del tribunal», calificó Macías la acusación que se le hizo de haber eliminado a dos hombres, esposos de dos de sus amantes, con las que luego se casó. Por su parte, Macías atacó a los encartados en su mismo proceso, a quienes tildó de «matones» y «criminales», mientras mantuvo que desconocía las matanzas realizadas en distintas cárceles del país, en Bata, Malabo y Mongomo.
Durante sus intervenciones ante el tribunal, Francisco Macías intentó centrar todos los episodios de represión en los acontecimientos del supuesto golpe de Estado del 5 de marzo de 1969, que desembocaron en la ruptura total de relaciones con España y señalaron el origen del exterminio de la mayoría de sus adversarios políticos.
Recibió varias amonestaciones por parte del tribunal, mientras acusaba a sus jueces de parcialidad y calificaba de «milagrosas» sus realizaciones en las obras públicas guineanas.
En un momento de sus declaraciones fue privado de la palabra por el presidente del tribunal, por entender éste que se extralimitaba en su exposición, que arrancó de la pregunta formulada a sus jueces. ¿Es su jefe de Estado también jefe de cárcel?, dijo Macías con cierta sorna.
A lo largo de la jornada de ayer se registraron algunas incidencias procesales, que ocasionaron situaciones de parálisis. Testimonios escalofriantes fueron presentados por algunos testigos asistentes al juicio, uno de los cuales mostró al público una enorme cicatriz en un brazo, fruto de haber permanecido colgado durante veinte días sin proceso judicial alguno.
Torturas con perros
En otra ocasión, una mujer del pueblo reveló que había permanecido dos años en la cárcel junto a sus hijos de corta edad y dio el testimonio de que otros de los procesados, el sargento Ondo Ela, jefe de la cárcel de Malabo, utilizaba un perro pastor de gran envergadura para atacar a sus víctimas cuando estaban tendidas en el suelo durante los interrogatorios.A lo largo de la vista, el público participa de un modo casi directo, sancionando con sus conocimientos sobre la represión -el 60% de los guineanos han pasado por la cárcel o tiene un pariente muerto bajo el régimen de Macías- las alusiones a los métodos de tortura y otros episodios.
Por otra parte, el pasado martes llegó a Guinea un Hércules C-130, de las Fuerzas Aéreas españolas, con material antidisturbios y dos automóviles Z, del tipo utilizado por las patrullas policiales españolas.
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