Encierro en el arzobispado de Zaragoza

Unas treinta personas, en su mayoría vecinos de la barriada de las Fuentes, permanecen encerradas en las dependencias del arzobispado de Zaragoza, exigiendo con su actitud la readmisión de unos veinte alumnos de enseñanza media expulsados del colegio Santo Domingo de Silos, perteneciente a la obra diocesana de enseñanza, cuya expulsión se produjo, al parecer, por motivos políticos o ideológicos y por enfrentamientos con el actual director del centro, el clérigo señor Matute.Los encerrados piden asimismo la dimisión del señor Matute, por considerarle incompetente para el cargo, por suponer que se encuentra vinculado a grupos de presión de extrema derecha contrarios a la participación del alumnado en las nuevas corrientes educativas que están surgiendo en Zaragoza.

El citado colegio de Santo Domingo de Silos es uno de los centros docentes mayores del país, ya que cuenta en la actualidad con una matrícula que supera los 7.000 alumnos de enseñanza media, casi todos ellos vecinos de la barriada de las Fuentes.

Varios partidos políticos de Zaragoza y otras organizaciones sindicales y ciudadanas apoyan la reivindicación de los vecinos de las Fuentes y participan de alguna manera en el encierro que los afectados llevan a cabo en la sede episcopal de Zaragoza.

Por su parte, el arzobispado ha difundido ayer una nota oficial en la que se invita a los encerrados a que depongan su actitud, se específica que la autoridad eclesiástica no tiene la intención de cesar al señor Matute como director nominal del centro y se añade que, en contrapartida, se podría estudiar la fórmula de ceder la capacidad de gestión en torno a este centro a un consejo de dirección elegido de una manera más o menos libre. La nota del arzobispado añade que con la actitud de los encerrados y con una manifestación que recorrió hace unas horas las calles de Zaragoza, sólo se consigue atacar al derecho a la existencia de centros docentes de inspiración cristiana.

El grave conflicto del colegio Santo Domingo de Silos ha obligado al arzobispo de Zaragoza, monseñor Elías Yanes, a abandonar las sesiones de trabajo del episcopado español en Madrid sobre el tema del matrimonio y la familia.