Hamilton Jordan,
el ayudante más directo del presidente de Estados Unidos, era, hasta que llegó a desempeñar tan alta responsailidad, un personaje simpático y bullicioso. Ahora es un caso embarazoso y dramático para la Casa Blanca, desde que se acusó al señor Jordan de consumir cocaína en un local público. Mientras el FBI investigaba esta acusación, Leo Wyler, que llevó las finanzas de la campaña presidencial de Carter, y ahora apoya a Kennedy, ha afirmado que Hamilton Jordan ingirió la citada droga también en una fiesta celebrada en 1977 en Beverly Hills (California). Jody Powell, jefe de prensa de la Casa Blanca, ha vuelto a negar que el principal ayudante de Carter tomara cocaína alguna vez en su vida.
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