Críticas en Marruecos a la ayuda egipcia
Aunque los marroquíes acogen con alivio cualquier apoyo que se les ofrezca en estos momentos que les permita mejorar su postura en el conflicto del Sahara, la reciente oferta del presidente egipcio, Anular el Sadat, comienza a despertar críticas y oposición, principalmente de parte de socialistas y comunistas.
En el Parlamento de los Diputados de la USFP, el principal partido de la oposición, llegaron a decir ayer que Marruecos está ya bastante aislado internacionalmente y en el mundo árabe como para aceptar «regalos envenenados» como el que quiere hacerle Egipto.
El martes, el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Abderrahman Baddu, había declarado que la oferta del «rais» egipcio era altamente apreciada por Marruecos. Sus declaraciones, que fueron interpretadas por la oposición como el anticipo de una aceptación, han provocado uña reacción negativá no sólo de socialistas y comunistas, sino de un sector del Istiqlal, el partido de Baddu y del ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, que se encuentra actualmente en La Habana.
A pesar de esas protestas, algunos diplomáticos estiman que el Gobierno marroquí había iniciado ya contactos con los egipcios para determinar el alcance exacto del ofrecimiento de El Cairo.
Armamento nuevo
En cualquier caso, el rey Hassan II dijo el martes, en el transcurso de una parada militar para condecorar al contingente que regresó de Zaire y a la guarnición de Bir Anzaran, que el Ejército podrá contar dentro de dos o tres meses con el refuerzo de una nueva promoción de oficiales y unas annas, cuya procedencia se guardo de revelar.Estas armas, que se supone habrá de recibir el Ejército marroquí, y ciertos hechos nuevos han dado la sensación al aparato político del país de que Marruecos puede adquirir una cierta ventaja tan pronto como mejore su posición negociadora.
En cualquier caso, el rey Hassan II, que el 19 de agosto último dijo, en conferencia de prensa, que en un mes o mes y medio podría decir si el conflicto se encamina hacia la paz o hacia la guerra, se prepara preferentemete para esta última contingencia.
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