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Los disidentes polacos forman un partido político

Los disidentes polacos se han constituido en partido político aprovechando la ocasión del cuarenta aniversario del comienzo de la segunda guerra mundial, que se inició con la invasión alemana de Polonia, el 1 de septiembre de 1939. Según Josef Janowski, portavoz del nuevo «Partido para la Libertad y la Independencia», esta organización pretende crear un espíritu favorable a la «amistad con todos los vecinos de Polonia, con los soviéticos, con los alemanes y con los demás pueblos, sin caer en la esclavitud de ninguna de las partes».Ante la tumba del soldado desconocido, lugar de concentraciones patrióticas polacas en el centro de Varsovia y punto de reunión, esta vez de 4.000 personas, el nuevo partido recordó a los caídos en la lucha contra el nazismo alemán y pidió la puesta en libertad de cinco miembros fundadores de la organización que se encuentran actualmente detenidos.

Este primer acto masivo del partido ha sido también el primero en el que se ha realizado una propaganda abierta del mismo, garantizándose, por el momento, que la afiliación podrá mantenerse secreta si el interesado lo desea.

La nueva organización surge con una clara impronta nacionalista y católica y en ella se han integrado ya los afiliados del ROPCO (Movimiento de los Derechos Humanos y Ciudadanos), heredero del Comité para la Defensa de los Derechos de los Obreros.

El Gobierno polaco ha reaccionado con una relativa permisividad ante la manifestación no autorizada, pero sí permitida de hecho. Poco antes de su celebración, la policía de Varsovia detuvo momentáneamente a Leszek Moczulski y Romuald Szeremietiew, junto con otros tres organizadores del acto, pero se abstuvo de intervenir contra quienes distribuían octavillas.

Cuatro periodistas occidentales que trataron de entrevistar a los participantes fueron alejados del lugar y, en algún caso, retenido en las oficinas policiales durante el desarrollo de la manifestación.

Mientras tanto, en el país meridional vecino de Polonia, Checoslovaquia, ha sido detenido uno de los enlaces entre los «disidentes» de Praga y Varsovia, según medios cercanos a Carta 77. A su vez, el antiguo ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Alexander Dubcek, Jiri Hajek, ha pedido al Gobierno checoslovaco que inicie cuanto antes contactos formales con sus críticos y renuncie a la oleada de detenciones iniciada en el pasado mes de mayo. En una entrevista concedida al diario sueco Aftenbladet -en idioma noruego, que aprendió durante su cautiverio en un campo de concentración alemán en Hamburgo- se manifestó en contra de la «pretensión radical» de algunos firmantes de Carta 77, en el sentido de convertir en organización política el movimiento creado en torno a este documento.

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