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El Madrid aproyechó la fatiga del Milan

La fatiga del Milán -dos partidos en veintidós horas- permitió al Madrid jugar a gusto y anotarse con relativa comodidad el partido de «consolación». Su fútbol careció del nervio y la autenticidad del que mostró el día del Bayern, pero el relajado campeón italiano fue lo bastante blando en los marcajes como para facilitar las penetraciones en su área mucho más que lo hiciera el Bayern el viernes.Los colores del Madrid y del Milán se mezclan bien sobre el césped del Bernabéu y sugieren escenas de alguna eliminatoria veinte años atrás, pero los personajes son muy distintos. Di Stéfano y Schiaffino no aparecen por ningún lado y el fútbol que se presencia produce cierto desencanto. Sólo la continua expectativa cuando Cunningham se hace con el balón, y la polémica que inmediatamente se desata en las gradas cuando el que lo hace es Juanito, sirven para matar la nostalgia. También, de cuando en cuando, la acometividad de Santillana levanta al público de los asientos.

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El partido discurrió siempre bajo la misma tónica: iniciativa madridista y un Milán dejándose llevar por el ritmo del partido, conocedor de su propia fatiga y de su papel de comparsa. Atrás careció de esa capacidad tan italiana de anular hasta la exasperación el fútbol de ataque del rival, y cuando subió hacia García Remón lo hizo con pocos hombres y menos posibilidades aún. Sólo un jugador, el jovencísimo líbero Baresi -que se hará con un sitio pronto en el fútbol mundial- jugó con fuerza y soltura, enriquecidas por su impresionante calidad.

Al Milán se le consumió el partido sin llegar a puerta más que un par de veces, en las que García Remón respondió bien. El Madrid, por contra, lo hizo con frecuencia, y aunque la fortuna le volvió la espalda a Santillana, que fue incapaz de marcar, pese a estar cerca de ello varias veces -especialmente en un espectacular remate de tijera, hacia atrás-, pudo establecer al final la discreta ventaja de dos goles, que le daba el tercer puesto. Cunningham volvió a hacer cosas buenas, Cama cho confirmó que le sigue faltando para ser lo que fue y Angel pasó inadvertido en su trabajo oscuro, pero útil. La gran revelación fue Benito, con una espectacular galopada por todo el campo, con disparo sobre la salida de Albertosi que escapó fuera por poco.

Victoria del Ajax en juveniles

En la final de juveniles jugada ayer en el Bernabéu, el Ajax, un equipo impresionante para su edad, se impuso al Real Madrid por 1-0.

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