En Trillo sólo preocupa el precio pagado por los terrenos
La «luz verde» a la central nuclear de Trillo por parte de la Dirección General de la Energía ha sido acogida con indiferencia por los habitantes de la zona (Trillo, Cifuentes y Gárgoles de Abajo). Nadie sabe nada, nadie quiere opinar sobre la central nuclear que se asienta a dos kilómetros del pueblo de Trillo, en una meseta en las márgenes del río Tajo, en la cabecera del embalse de Entrepeñas, y en una zona de monte bajo y agricultura en la que predomina el cereal.
La población es escasa en la comarca y la actividad antinuclear se ha limitado a la intervención de algunos grupos ecologistas cuyos objetivos eran principalmente los de informar a los habitantes de la región.El propio alcalge de Trillo, Pedro Bodega, confirmó a EL PAIS la apatía general con la que se había recibido la noticia de la autorización. «Nadie se ha extrañado porque esto ya lo sabíamos de antes. »
En cuanto a la posibilidad de acciones concretas por parte del Ayuntamiento, afirmó que no había ninguna reunión prevista para hablar del tema, ni en Trillo ni con el resto de los alcaldes de la zona.
Lo que sí se ha dejado traslucir es un cierto desconcierto por parte de algunos campesinos en relación al bajo precio pagado por los terrenos (tres pesetas metro cuadrado de monte, cinco las tierras de labor y ocho las de olivo). A pesar de esto, la mayoría de los agricultores aseguraron que «no estamos ni a favor ni en contra». En este sentido, Asenjo Béjar, agricultor, declaraba: «Aquí no hay ningún movimiento; tenga en cuenta que estas son poblaciones muy pequeñas; yo diría más, no son pueblos, son asilos. En Gárgoles de Abajo son 270 habitantes y entre ellos hay 35 viudas.» Con respecto al precio de los terrenos, categóricamente señaló que «cuando han aceptado vender sus tierras es porque se encontrarían conformes, ¿por qué se quejan ahora?».
Por otro lado, en lo que se refiere a los posibles efectos negativos sobre la agricultura, otro campesino afirma que «no será perjudicial; la ciencia yo creo que ya ha avanzado mucho».
En la piscifactoría situada en el curso del río Cifuentes la opinión era sinúlar: «Aquí no hay pioblemas porque la central está aguas abajo y no nos afecta. »
Pero quizá uno de los aspectos fundamentales que más ha conducido a los pobladores de la comarca ,a aceptar la central nuclear es el elevado número de puestos de trabajo que generará su construcción. Para una zona económicamente deprimida, la cifra de 38.100 hombres/año de mano de obra es suficientemente atractiva. Javier Masario, juez de Cifuentes, comentaba que «la noticia ha sido bien acogida, principalmente por los puestos de trabajo que habrá en estos tres o cuatro años que dure, la construcción, pero todos tenemos un cierto miedo a lo desconocido.»
En el mismo sentido, el director de la sucursal de la Caja de Ahorros Provincial manifestaba que «el pueblo lo ha recibido con resignación; es algo que está ahí y que todos sabíamos que se iba a hacer».
Energía nuclear, esa "vieja conocida"
Más optimista estaba el director técnico de la central de Trillo, Jaime Suárez. «El pueblo lo ha acogido con esperanza e ilusión. Además, la zona nunca ha sido antinuclear, quizá por la cercanía de la central de Zorita, que ha hecho que la energía nuclear sea una vieja conocida de los alcarreños.»
Pero, detrás de ese júbilo o resignación, hay un tema que preocupa más allá de Trillo y su comarca y que no es precisamente la energía nuclear. Se trata de los posibles beneficios que deberían obtenerse para la propia provincia. De sobra conocido es el actual desequilibrio energético existente en Guadalajara, ya que produce cuatro veces más energía de la que consume; es decir, que mientras que produce 1.540.137 megavatios/hora/año (1.192.800 de origen nuclear), el consumo apenas supera los 300.000 megavatios/hora, que representa el 0,37% del total nacional y que la sitúa como la cuarta provincia con menor índice de consumo.
Un avance para la provincia
Con este panorama, Javier Masario comentaba que, «ya que vamos a tener mala suerte de que nos pongan aquí la central nuclear, sería conveniente que la Diputación sacara unos beneficios de la excedencia de energía, para conseguir unavatice en la provincia». También el director de la sucursal de la Caja de Ahorros matizaba: «Hay que conseguir que esta provincia que está tan abandonada tenga posibilidad de otros ingresos. Si éste es un manantial de energía, y ésta sale de la provincia, es lógico que tengamos otras compensaciones. Esta es la situación que hay que defender.
Por su parte, el arquitecto Javier Solano, secretario general provincial del PSOE, considera que, desde este punto de vista, el futuro de Guadalajara es halagüeño « debido a la cantidad de energía propia sobrante, que puede ser un aliciente para los futuros inversores. La descentralizacíón de la Administración, con la futura autonomía de Castilla-La Mancha, puede colaborar en gran medida a que así suceda».
Y todo a media luz
«Lo que resulta bastante lamentable», agregó, «es el hecho de que mientras poseemos un potencial energético que puede resultar apetecible para el sector industrial, todavía permanecen zonas de nuestra provincia sin servicio eléctrico o con un suministro bastante deficiente. Y éste es un peligro que puede cernirse sobre Guadalajara, la aparición de una zona rica y otra pobre dentro de una misma provincia.»
En cuanto a las reacciones a nivel provincial, sólo ha trascendido una nota de la Asociación Alcarreña para la Defensa del Medio Ambiente, en la que se acusa a los parlamentarios locales de haber adoptado una postura de « apoyo al futuro incierto de las tierras alcarreñas, y a la junta de comunidades de la región castellano-manchega, por «ni siquiera haber reclamado al Gobierno su derecho de opinar sobre el sí o el no de Trillo». La nota agrega, «mientras tanto, Zorita y su peligroso y nada claro almacén de residuos nucleares y Trillo, con sus dos centrales en una pondrán nuestras vidas, ya bastante difíciles y preocupadas, una nueva incertidumbre por la posible tragedia que puede caernos encima de la noche a la mañana». También ha difundido un comunicado de oposición el Partido Carlista.
Mientras tanto, se espera que las obras vuelvan a reemprenderse. «Hasta ahora sólo se ha construido la infraestructura (excavaciones, nivelaciones, terraplenados, el comedor, una oficina y poca cosa más) -ha confirmado Jaime Suárez, director técnico de la central- Las obras llevan paradas mucho tiempo (concretamente desde el 15 de marzo de 1978) y la gente se ha visto defraudada por ver que perdían los puestos de trabajo. Los bares, las fondas estaban preocupados por su negocio.» De todas formas, aún no hay una fecha prevista para el comienzo de las obras. «Empezaremos lo antes posible », ha dicho el señor Suárez, «pero hay que tener en cuenta que tenemos que trasladar maquinaria y que eso He va algún tiempo.»
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.