Los trabajadores de ENDESA se oponen al proyecto de asociación con FENOSA

Más de cuatrocientos trabajadores de la delegación de ENDESA en Ponferrada ha remitido un escrito al Ministerio de Industria en el que solicitan que no se lleve a cabo la cesión de una parte de los activos de esta empresa a FENOSA (Fuerzas Eléctricas del Noroeste). El citado escrito incluye un amplio informe sobre la situación y dificultades financieras por las que atraviesa la empresa del INI y pide que se paralicen las gestiones para crear una proyectada asociación ENDESA-FENOSA, que se encargaría de explotar los tres grupos térmicos -cada uno de ellos de 350 megavatios-, y cuya construcción deberá llevarse a cabo durante los próximos cinco años, en El Bierzo.

La autorización para construir uno de estos grupos (el VI), a ubicar en el término de Anllares del Sil, fue concedida a FENOSA a comienzos de año, en tanto que los otros dos corresponden a una ampliación de la central térmica de Compostilla -grupos IV y V-, de Ponferrada.Entre las razones expuestas por los trabajadores en su petición figura la de que «FENOSA ya fue superpremiada por la Administración al haberle sido concedido el grupo de Anllares, que, en buena lógica, tenía que haber sido entregado a ENDESA, al ser una empresa que viene operando en dicha zona desde hace 33 años. FENOSA, por el contrario, no tiene ninguna central instalada ni distribuye en dicha comarca. ENDESA tiene montada en la misma una adecuada estructura, cuyos servicios pueden ser utilizados para la instalación de nuevos grupos, con el consiguiente ahorro de inversión». Igualmente, y tras señalar que «la producción de energía eléctrica es un sector estratégico y un servicio de carácter básico para la comunidad que no puede mantenerse bajo control y propiedad de las empresas privadas», el escrito de los trabajadores denuncia los intentos de presentar la citada asociación «como una necesidad para aliviar la situación financiera de ENDESA, que pasa por momentos difíciles, pero no insalvables».

En el informe de los trabajadores se destaca el hecho de que desde que la citada empresa estatal comenzó a funcionar, en 1949, no ha cerrado ningún ejercicio económico con déficit, obteniendo el último año un beneficio de 1.100 millones de pesetas. Al mismo tiempo, se señala que las perspectivas, de cara al futuro, son «francamente halagüeñas, con una producción prevista para 1980 de 14.000 millones de kilovatios-hora». Por último, los trabajadores explican que las actuales dificultades financieras de ENDESA «ho deben extrañar a nadie», al tratarse de una empresa que ha pasado de un inmovilizado de 6.500 millones de pesetas en 1965 a 104.000 millones a finales del pasado año. La solución de estos problemas, según dicho informe, «no está en negar la ayuda financiera oficial ni en la unión con FENOSA, que no es más que un parche que mañana podría hacer agua, sino en que el Gobierno se decida a dotar a ENDESA de una estructura de capital más adecuada que permita a esta última desarrollar plenamente el objetivo social que desde su fundación se le impuso ».

Por su parte, un alto cargo de ENDESA manifestó ayer a EL PAIS que, por el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo definitivo con FENOSA sobre la constitución de la citada sociedad mixta ni sobre la fecha en que ésta podría entrar en funcionamiento. Según las mismas fuentes, la inversión a realizar en los tres grupos térmicos de explotación común se sitúa alrededor de los 40.000 millones de pesetas, que en un 51% correrían a cargo de ENDESA, y un 49%, de FENOSA. Dos de estos grupos entrarían en funcionamiento en 1982, y el último, en el cuarto trimestre de 1985, según los proyectos iniciales de ambas empresas. Un último grupo -el V de la central térmica de Compostilla-, proyectado también por ENDESA, y cuya fecha de construcción no ha sido todavía concretada, sería financiado igualmente de forma conjunta con Fuerzas Eléctricas del Noroeste, SA.