Duro ataque de Garaikoetxea a los que descalifican el Estatuto vasco

En la inauguración de un batzoki (edificio social) del PNV en Ondárroa (Vizcaya), en un acto que se puede considerar como un adelanto a la campaña del Partido Nacionalista en favor del sí al Estatuto de Guernica en el referéndum que sobre él mismo ha de celebrarse en octubre, su presidente, Carlos Garaikoetxea, calificó de «actitud desvergonzada» la de los partidos vascos que afirman que el Estatuto de Guernica es antidemocrático.

«El Estatuto ha sido negociado -dijo el lendakari en su intervención en el citado acto- por fuerzas que en Euskadi representan el 80% de los votos del electorado vasco. Por el contrario, quienes representan menos del 20% quieren imponer contra Viento y marea su voluntad y están en el camino del fascismo.»Tras las intervenciones de Iñigo Aguirre, Antón Ormaza, Iñaki Anasagasti y Xabier Arzallus, que se ciñeron casi exclusivamente al Estatuto de Autonomía y al futuro del pueblo vasco tras su aprobación, Carlos Garaikoetxea inició su discurso con una referencia al momento histórico que vive el pueblo vasco en vísperas de pronunciarse sobre el Estatuto de Autonomía. «Son momentos históricos», afirmó, «aquellos en que un pueblo está haciendo próspero o arruinando su futuro; momentos en los que el pueblo debe saber distinguir qué es lo que le acerca y lo que le separa de su anhelo secular de libertad. Os decimos sin complejos que este Estatuto que someteremos a votación nos acerca a este anhelo de libertad.»

Señáló luego el señor Garaikoetxea que hoy es imposible construir una economía vasca próspera en un clima de «guerra civil larvada como la que vive en estos momentos el País Vasco». «Si alguna tarea tiene por delante nuestro país», añadió, «es intentar la reconciliación.»

Tras afirmar que Euskadi con el Estatuto podrá controlar la calle, sus recursos económicos, su hacienda, su seguridad social y el resto del sector público y contar con sus propios medios de comunicación, Carlos Garaikoetxea arremetió duramente contra los que denominó «profesionales de la protesta». «Ellos», dijo, «sólo presentan alternativas que significan meter al pueblo en un callejón sin salida.»