Nieto, aun lesionado, volvió a ganar

La actuación del piloto español Angel Nieto en el Gran Premio de Gran Bretaña, disputado en el rapidísimo circuito de Silverstone, puede hacerle entrar de lleno en la categoría reservada sólo a los mitos, si es que no lo era ya antes. Aun sin recuperar de sus lesiones teniendo que ser subido y bajado de la moto por sus mecánicos, Nieto logró su octava victoria en la octava carrera en la que tomó parte, confirmando su título de campeón del mundo y dando el de marcas a la Minarelli.

A Nieto le molestaba sobremanera que alguien pudiese pensar que él ganaba el título desde la cama o gracias a la ayuda de terceros. Por eso, aun con el título ya en su poder y sin estar recuperado de sus fracturas en las piernas y en la pelvis, Nieto acudió a Silverstone; él sabía bien que el circuito se llenaría -había más de 100.000 espectadores-, y quiso jugársela para demostrar su talla.Instantes antes de la salida de su carrera, Nieto era aupado en su moto por sus mecánicos. Las escayolas de sus piernas habían sido sustituidas por tensoplast, mientras que la pelvis debería aguantar sin ayuda los dolorosos movimientos que la conducción de una máquina de carreras le iba a producir.

El momento crucial era el de la salida, porque, con sus piernas dañadas, le costaría mucho trabajo dar el impulso suficiente a su moto para que arrancase. Si la máquina se ponía en marcha rápidamente, el resto quedaba aún a merced de la técnica y la inteligencia del campeón español.

Después de una lucha durante toda la carrera, dejando que Bender y Bertin llevasen el peso de la misma, Nieto se quedó en tercera posición, pero a una distancia tal que nunca se le escapasen; el español fue a sorprenderles en la última curva, justo antes de la entrada en la meta. Sacando fuerzas de flaqueza, Nieto arriesgó al máximo en ese trazado final, logrando superar a los dos por tan sólo dieciocho centésimas de segundo. Bender y Bertin, enfrascados en su lucha particular, no se habían dado cuenta de que Nieto aún contaba, que no estaba descartado, y fue éste el que sorprendió a los dos, que entraron juntos en la meta. Mas detrás, en el puesto doce, Ricardo Tormo, el otro español.

Terminada la carrera, Angel Nieto tuvo que ser prácticamente extraído de su moto por sus mecánicos y llevado casi en volandas hasta el podio. El español estaba exhausto, pero había logrado realizar una verdadera hazaña, que da la auténtica dimensión de su valía. El título mundial no lo ganaba desde la cama, sino con el traje de cuero y las botas puestas. El commendatore Minarelli, propietario de la marca de motos para la que corre Nieto, le tenía preparado un contrato en blanco.

En la carrera de 250, la victoria del surafricano Ballington tuvo como premio el título mundial. Nadie puede ya alcanzar al piloto de Kawasaki, que repite su éxito del pasado año. En Silverstone, tras él, entraron en la meta el norteame ricano Randy Mamola y el austríaco Anton Mang, separa dos por menos de dos décimas de segundo.

También en 350 la victoria fue para Ballington, que se impuso por escasísimo margen a Hansford y Sayle, por lo que el surafricano vuelve a la cabeza, de la clasificación del mundial, con 78 puntos, seguido por Hansford, con 67, y el francés Fernández, con 65. El título aún está sin decidir.

Finalmente, en 500, la carrera fue ganada por Kenny Roberts, pero después de luchar muchísimo con el resurgido Barry Sheene, que cruzó la meta separado sólo por unos milímetros del norteamericano, ambos prácticamente a la par. La victoria de Kenny Roberts le permite a éste el poder afrontar la última carrera que resta por disputarse, el Gran Premio de Francia, con la tranquilidad de que con sólo terminar habrá renovado su titulo mundial.

Por otra parte, la prueba británica fue aprovechada por los pilotos para efectuar una reunión con el fin de estudiar sus posibles actuaciones de cara a la próxima temporada. Al parecer, existen contactos con varios circuitos de los que componen el mundial, habiendo respondido al menos ocho de ellos afirmativamente a la idea de crear un campeonato paralelo al de la Federación Internacional. Vista la lamentable actuación de este organismo, los pilotos más famosos del mundo pretenden crear su campeonato, sin tener que obedecer las desfasadas directrices de la FIM. Una lucha abierta entre pilotos y Federación parece ya declarada.