"Nos alegra que el PSOE sea lo suficientemente fuerte como para entrar en el Gobierno"
Pregunta. La visita privada de una personalidad como usted a España tiene una lectura política inmediata. ¿Por qué ahora esta visita? ¿Qué intereses de Estado, de Gobierno y de partido ha satisfecho?Respuesta. El que mi visita se produzca ahora obedece al calendario político y parlamentario alemán. No puedo abandonar mi país si el Parlamento está reunido. Además, para encontrar a alguien en Madrid tiene que ser estos días. Yo cumplo este año mis veinticinco años de trabajo y colaboración política con españoles. Mantuve relaciones con los presos y sus familias, escribí a los directores de las cárceles, ayudé a las organizaciones ilegales, todo ello durante la etapa de Franco, en la que en distintas ocasiones fui testigo u observador ante el Tribunal de Orden Público en causas seguidas contra miembros de la UGT y del PSOE, en cuyos congresos clandestinos intervine. Casi todos estos años pasé mis vacaciones en España para utilizar mis posibilidades de comunicación con mis amigos españoles. Quiero que en la nueva situación española la utilización de mi amistad con los españoles contribuya a aumentar y estrechar las relaciones amistosas que unen a la República Federal de Alemania y España. Las buenas relaciones entre pueblos y Estados no son algo abstracto. Se concretan entre personas y, como ustedes dicen, «hablando se entiende la gente».
P. ¿Podría exponer el resultado de sus conversaciones con el presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez?
R. He asegurado que la posición alemana es plenamente favorable a la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Siento personalmente la obligación de cooperar de un modo particularmente intenso en la solución de los problemas que puedan surgir y que estén relacionados con el ingreso a las Comunidades. Siempre dije que España no podía integrarse a Europa hasta que no triunfase la libertad, por lo cual ahora me siento moralmente obligado a facilitar la negociación.
P. ¿Qué relaciones mantiene su partido, el Partido Socialdemócrata alemán, con los grupos socialdemócratas integrados en el seno de la Unión de Centro Democrático?
R. El SPD no tiene relaciones con estos grupos, ya que con el PSOE estamos integrados en el seno de la Internacional Socialista. Como partido, únicamente mantenemos relaciones con el Partido Socialista Obrero Español.
P. ¿Se ha entrevistado o piensa entrevistárse con dirigentes del PSOE? ¿Sobre qué temas ha dialogado o va a dialogar?
R. Una de las principales intenciones de mi visita a Madrid en esta ocasión ha consistido en el deseo de mejorar mis conocimientos sobre la situación económica y financiera de España y qué piensan los españoles sobre las soluciones para los problernas que tendrán dentro del Mercado Común Europeo. También me interesa saber cómo quieren los españoles atajar el problema del desempleo, los derivados del coste del petróleo, qué ideas hay sobre el desarrollo de la industria y qué problemas plantean las industrias en crisis. Muchas de estas cuestiones he logrado respondérmelas tras preguntarlas a mis amigos españoles. Por ello, me entrevisté con Miguel Boyer, un excelente economista que es amigo mío hace veinte años, y con el también muy amigo Enrique Barón, que habla perfectamente el alemán. La comisión gestora del PSOE tuvo la gentileza de invitarme a una cena en la que hablamos más o menos sobre nuestros recuerdos comunes y nuestras actividades de entonces.
P. Desde la perspectiva de su amistad con los dirigentes del PSOE, ¿cuál es su opinión sobre la situación política e ideológica en la que se halla esta formación política española? ¿Cómo ve usted el próximo congreso?
R. Los compañeros del PSOE con los que yo he hablado se han mostrado muy optimistas y piensan que su partido va a solucionar con éxito los problemas que tiene. Yo no conozco detalles sobre la situación del PSOE como para emitir un juicio elaborado sobre ésta.
P. ¿Se ha entrevistado usted con otros dirigentes del PSOE de orientación política diferente a la de los señores Boyer y Barón?
R. Me he concentrado en problemas económicos y financieros. No obstante, me hubiera gustado entrevistarme con Pablo Castellanos, que es muy amigo mío, y con Paco Bustelo, a quien conozco desde hace años. Pero por esta vez no ha sido posible. También me he entrevistado con el alcalde, Enrique Tierno Galván.
PSOE y Gobierno
P. ¿A la socialdemocracia alemana le conviene que el PSOE llegue a formar parte de una coalición gubernamental en España?R. Nuestra experiencia nos dice que la participación en el Gobierno tiene muchas ventajas, pero no se puede dar consejos a un partido que tiene que ser efectivo en un ambiente político diferente. No nos es posible juzgar sobre la favorabilidad de que el PSOE entre o no en el Gobierno. Eso han de decidirlo los españoles.
P. ¿La Internacional Socialista cómo vería esta incorporación del PSOE al Gobierno?
R. La Internacional Socialista nunca se mezcla en las decisiones internas de los partidos. Sólo se preocupa de organizar la coordinación y la cooperación de los partidos miembros a escala internacional.
P. ¿En qué medida la llegada del PSOE al Gobierno mitigaría o contribuiría a mitigar el retroceso de los partidos socialdemócratas en el norte de Europa?
R. No comparto su opinión sobre tal retroceso. Nosotros, los socialdemócratas alemanes, vamos a ganar con nuestros amigos los liberales las próximas elecciones; los socialdemócratas suecos pueden volver a ganarlas, y el caso de Austria es muy claro. No creo que se trate de un retroceso. Siempre nos alegra que un partido socialista sea lo suficientemente fuerte como para que su entrada en el Gobierno sea posible.
P. En España existe el criterio de que las principales distinciones políticas se escinden entre los que creen en la eficacia de un esquema bipartidista de estilo noreuropeo y los que no lo creen eficaz y prefieren un esquema triangular o cuadrangular. ¿Cuál es, a su juicio, el esquema más ajustado a España, el que más le conviene?
R. Personalmente siempre he favorecido el bipartidismo, porque, en una situación en la que hay que decidir entre dos partidos, el pueblo tiene las opciones más claras. Sin embargo, en ningún país se cumple a la perfección esta división bipartidista, como los casos de los liberales británicos y de los liberales alemanes -con su propia historia, estrategia y hombres políticos, con quienes únicamente podemos gobernar- demuestran de modo claro. Por eso mi preferencia personal vale muy poco, ya que en la práctica no se realiza.
P. Personalmente, ¿qué sugerencia o recomendación política haría usted a sus compañeros del Partido Socialista Obrero Español ante la actual situación política en la que se hallan?
R. Les daría el viejo consejo del movimiento socialista: «La unidad hace la fuerza» Por otra parte, no quiero dar consejos a los españoles, pues en los veinticinco años durante los cuales he trabajado con ellos he aprendido que sus compatriotas valoran mucho su independencia de juicio.
P. Como ministro federal de Hacienda, ¿tuvo usted, que ver con el crédito solicitado en la República Federal de Alemania por el alcalde de Madrid para abastecer las arcas municipales?
R. No, en absoluto. Yo me hallaba en la cumbre de Tokio cuando realizó su visita. Además, los créditos municipales en mi país no tienen nada que ver con la Administración federal, sino con las comunidades y administraciones de los länder locales.
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