_
_
_
_
PAIS VALENCIANO

Una avioneta, posible autora del fuego

Algunos de los incendios que asolan la provincia podrían estar provocados por una avioneta que deja caer cargas explosivas sobre el terreno, originando el fuego que asola los montes valencianos. Con esta precisión se han manifestado varios vecinos y alcaldes de la comarca de Gandía, donde se produjo un pequeño incendio el pasado miércoles.Según han declarado vecinos de la localidad de Rafelguaraf, así como su alcalde, sobre las tres y media del pasado lunes vieron sobrevolar una avioneta de color blanco y amarillo que arrojó unos objetos, que, segundos después, hicieron explosión.

Esta versión de los hechos, que no tiene por el momento más testimonios, se añade a las fundadas sospechas de que en el término de Mogente, durante la secuela de incendios producidos la penúltima semana de julio, existieron indicios suficientes para afirmar su origen intencionado.

Según fuentes oficiales, los ruidos a los que se refieren los vecinos pueden originarse en el lanzamiento de agua por los hidroaviones, combustión de las viñas o explosión de proyectiles abandonados. Por su parte, el Consejo Regional del País Valenciano ha iniciado una investigación sobre el origen de los fuegos.

Consultada por EL PAÍS, la Guardia Civil de Barcheta, población limítrofe con Refelguaraf, aseguró que «de la avioneta, nada. Los rumores que circulan no tienen fundamento alguno».

Estadísticas realizadas por la Diputación Provincial sobre los incendios de los tres últimos años en Valencia concluyen que sólo un 4,5 % del total de incendios detectados en 1978 fueron intencionados, si bien el origen de un 86 % quedó sin explicaciones. Según estas fuentes, el pasado año se quemaron 40.000 hectáreas, frente a sólo 3.700 en 1977, cifra que está siendo superada ampliamente durante los primeros siete meses de este año. Asimismo se detecta un descenso en los incendios provocados por descuido y un incremento relativo de los intencionados.

Por su parte, el incendio de la reserva cinegética de la Muela de Cortes continuaba ayer tarde con virulencia, al cambiar el aire de Poniente a Levante. El fuego se extendió por una zona muy escarpada, que hace imposible su extinción, y las nubes de humo cubrieron sectores de la capital tras recorrer unos sesenta kilómetros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_