James McEachern,
de Tulsa, Oklahoma (Estados Unidos), ha presentado una extraña e insólita denuncia a la policía: la casa que compró hace ocho meses, de dos dormitorios (condenada a ser destruida o trasladada, por hallarse en el paso de una autopista), le ha desaparecido. Hace dos semanas que la vio por última vez. «Nadie se lleva accidentalmente una casa», ha declarado McEachern. «Hay que desmontarla y se necesitan tres o cuatro días para mudarla». Lo cierto es que la policía de Tulsa, que en principio no creyó en la desaparición, afirma que es el primer caso de este tipo que se le presenta.
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