UCD no consiguió la mayoría absoluta
El Gobierno y su partido, Unión de Centro Democrático, impidieron ayer que el Pleno del Congreso de los Diputados votara la totalidad del proyecto de ley orgánica del Tribunal Constitucional, porque, pese a que momentos antes habían alcanzado un acuerdo con la Minoría Catalana, les faltaba todavía un voto para conseguir la mayoría absoluta (176 diputados), imprescindible para una ley orgánica.
La izquierda, percatada de esta circunstancia, retiró numerosas enmiendas para posibilitar una votación final rápida, pero el Grupo Centrista echó mano de todos los trucos que permite el reglamento para retrasar la misma y finalmente solicitó al presidente de la Cámara, y éste concedió, que la votación se pospusiera hasta hoy, martes, a las once de la mañana. La actitud de UCD fue calificada de filibusterismo por el Grupo Socialista, y el líder comunista Santiago Carrillo afirmó que una ley orgánica no debía aprobarse con la oposición de medio Congreso. Manuel Fraga, de Coalición Democrática, anunció que su grupo se abstendría.La sesión de la tarde se inició ya con una breve suspensión para permitir que el Grupo Centrista negociara con la Minoría Catalana su voto favorable a cambio de aceptar una enmienda del grupo catalanista, encaminada a impedir que una comunidad autónoma presente recurso de inconstitucionalidad contra una norma emanada de otra comunidad autónoma. El descanso fue aprovechado también para explicar al Grupo Socialista el acuerdo a que habían llegado, pero, según manifestó Alfonso Guerra, el PSOE «no está dispuesto a vender sus votos, porque estamos en contra de dos aspectos fundamentales de este proyecto de ley: el recurso previo de inconstitucionalidad de las leyes orgánicas y estatutos de autonomía y las competencias del Tribunal Constitucional en conflictos entre las instituciones del Estado».
Reanudada la sesión, Miguel Roca defendió su enmienda en base a que se impedirá así una guerra abierta entre comunidades autónomas, y reclamó la exclusividad del Gobierno como único ente legitimado para presentar dicho recurso de inconstitucionalidad. «Es difícil», añadió, «que grupos o partidos que no logren hacer prosperar sus criterios en una comunidad autónoma no recurran a sus correligionarios en otra comunidad para que presenten recurso de inconstitucionalidad. »El diputado socialista Gregorio Peces-Barba defendió el dictamen de la Comisión Constitucional.
La enmienda catalana fue aprobada por 198 votos a favor, 110 en contra y una abstención.
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Peces Barba calificó de "filibustera" la actitud de UCD
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A partir de ese momento se inició una carrera contra el tiempo. En el Grupo Centrista, compuesto por 168 diputados, faltaban Gabriel Cisneros, internado en una clínica, como consecuencia del atentado que sufrió hace días, Joaquín Satrústegui y el señor Orpez, enfermos, y Miguel Herrero de Miñón, que estaba en el dentista. Del grupo del PNV, integrado por siete diputados, sólo se encontraban en la sala tres, porque el Pleno coincidía con una reunión del Euskadi Buru Batzar. El Gobierno, que se encontraba presente en pleno, incluido su titular Adolfo Suárez, no iba a poder conseguir la mayoría absoluta por dos votos. Poco después llego al palacio del Congreso el señor Herrero casi sin poder hablar, porque le acababan de sacar una muela, pero aun así, seguía faltando un voto.
La izquierda optó por renunciar a defender sus enmiendas a fin de ganar tiempo y forzar rápidamente la votación global. El presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, agrupaba mecánicamente los artículos en enmiendas y el Pleno se encontró a punto de votar el artículo 90 -el proyecto de ley tiene 101- sobre las siete de la tarde, El portavoz del Grupo Centrista, Antonio Jiménez Blanco, se levantó entonces para pedir que cada artículo se votara por separado, a lo que accedió el señor Lavilla. UCD pretendía así sumar minutos y lograr que la sesión se levantara sin llegar a la votación final, confiada en que hoy, martes, se incorporarán al Pleno los restantes diputados del PNV, grupo, al parecer dispuesto a votar en favor del proyecto de ley.
Tramitado por procedimiento de urgencia
La petición del señor Jiménez Blanco dio origen a que el portavoz socialista, señor Peces Barba, le acusara de practicar el filibusterismo -obstrucción de los trabajos parlamentarios-, y recordara que el proyecto de ley orgánica había sido tramitado por el procedimiento de urgencia. Antonio Jiménez Blanco intentó contestar que estaba ejerciendo simplemente un derecho, pero el señor Peces Barba volvió a tronar desde el escaño: «Desde 1912 el Tribunal Supremo reconoce la figura delictiva del abuso de derecho.»
El portavoz centrista explicó entonces que su grupo quería una votación diferenciada porque pretendía explicar en cada caso el sentido de su voto. Landelino Lavilla aceptó el argumento, y, votado el artículo 83, inquirió qué diputado centrista subiría a la tribuna para cubrir el trámite de explicación de voto. El señor Jiménez Blanco, desde su aisento, pareció solicitar un voluntario de entre sus filas y, finalmente, Oscar Alzaga se dirigió a la tribuna. «Mi intervención sejustifica», dijo, «por razones obvias. Para que la oposición no se sirva de una circunstancia, la ausencia de algunos diputados que quieren votar positivamente el proyecto de ley». Afirmó que la izquierda había ejercido de forma inusual el derecho de no defender enmiendas y consumió el resto de sus cinco minutos en consideraciones generales.
De nuevo tomó la palabra Gregorio Peces-Barba: «Con profundo bochorno hemos escuchado al señor Alzaga, quien cínicamente ha explicado las auténticas razones por las que interviene.» El diputado socialista ofreció a UCD suspender la sesión el tiempo que hiciera falta hasta que pudiera reunir a sus diputados. «Todo antes que seguir con este lamentable espectáculo.» Oscar Alzaga pidió que el señor Peces-Barba retirara la palabra cínicamente y el comunista Jordi Solé Tura se unió al ofrecimiento del PSOE: «Este es un lamentable espectáculo para el Parlamento y para el Gobierno, así no se puede gobernar, no se puede aprobar una ley orgánica. »
El presidente del Congreso decidió suspender la sesión cinco minutos, y reanudada la misma Emilio Attard (UCD), presidente de la Comisión Constitucional, pidió en nombre de su grupo que la votación se pospusiera hasta el día siguiente, a las once de la mañana. El señor Attard resaltó la importancia de una ley orgánica y recordó que era práctica parlamentaria eluropea que en estos casos se anunciara con tiempo la hora exacta de la votación.
Santiago Carrillo (PCE) se dirigió a los miembros del Gobierno para manifestar que una ley orgánica, complemento importante de la Constitución, no podía aprobarse tal y como quería imponer UCD. «Hace falta diálogo y entendimiento, si las aprobáis así nacerán sin prestigio y sin autoridad.»
El líder socialista Felipe González acusó al partido gubernamental de falta de seriedad, y Oscar Alzaga volvió a reiterar la petición de aplazamiento de su grupo, contra el que se manifestaron socialistas y comunistas, la Minoría Catalana delegó en el presidente del Congreso, quien aceptó la petición centrista. El líder de Coalición Democrática, Manuel Eraga, anunció posteriormente a los periodistas que dada la forma que el Gobierno conducía un tema tan importante como una ley orgánica, su grupo optará por abstenerse en la votación final.
Facilidades a Navarra
Los artículos finales se aprobaron sin debate, excepto la defensa que Miguel Roca hizo de la oralidad y gratuidad total del procedimiento del Tribunal Constitucional y la supresión de la figura de los letrados constitucionales. Tales enmiendas fueron rechazadas, pero el señor Roca tuvo la satisfacción de que UCD aceptara como buena la interpretación que hizo de la disposición transitoria segunda al explicar el voto. Según esta interpretación, los recursos previos de constitucionalidad sólo se aplicarán a proyectos de ley posteriores a la constitución del tribunal. En definitiva, el Estatuto catalán puede encontrarse a salvo de este recurso.
Al filo de las diez y media, con ocasión del último de los textos debatidos, UCD presentó una enmienda transaccional que fue calificada de disparate por los señores Peces-Barba y Solé Tura y que suscitó un nuevo descanso, «para conversar», solicitado por el señor Alzaga. Tras sucesivas redacciones, fue aprobado por 272 votos favorables y veintinueve abstenciones un texto que otorga facilidades a Navarra para que, sin necesidad de constituirse en comunidad autóriorria, pueda suscitar los conflictos de competencia entre el Estado y las comunidades autónomas previstos en el artículo segundo del proyecto de ley.
La votación global sobre el proyecto de ley se producirá hoy, a partir de las once de la mañana, hora en que se reanudará la sesión.
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