UCD tendrá que llegar a un acuerdo con la izquierda catalana

La negociación del Estatuto de Autonomía para Cataluña, que se inicia hoy a nivel de ponencia conjunta Comisión Constitucional-Asamblea de Parlamentarios catalanes, puede presentar más dificultades, de hecho, que las conversaciones, finalizadas con éxito, sobre el Estatuto vasco. Según observadores políticos cualificados, la diferencia esencial estriba enque el principal interlocutor autonómico no ofrece, en este caso, una proximidad ideológica con Unión de Centro Democrático (UCD) como la del Partido Nacionalista Vasco (PNV), partido mayoritario en Euskadi. Los socialistas, mayoritarios en Cataluña, han anticipado, además, su propósito de no negociar nada fuera del Parlamento, en coincidencia con los demás miembros de la troika.

El diputado y ponente de Socialistas de Cataluña Eduardo Martín Toval, manifestó ayer que esta era una cuestión de principios y, a preguntas de EL PAÍS, aseguró que «Socialistas de Cataluña no irán a negociar a la Moncloa», aunque sí están dispuestos a ir, como máximo, a informar sobre lo negociado. Esta posición ha sido mantenida en los últimos días por destacados representantes de la llamada troika catalana -cuyos máximos exponentes son, a nivel parlamentario, junto al señor Martín Toval, los diputados, comunista, Jordi Solé Tura, y de la Minoría Catalana, Miguel Roca-, que en ningún caso aceptarán que las decisiones se adopten fuera del palacio de las Cortes.El calendario del trabajo de la ,ponencia se iniciará con una lectura general del proyecto de Sau, que los ponentes catalanes tenían previsto concluir hoy mismo, con el fin de iniciar la semana próxima la negociación parlamentaria, en detalle, del contenido del proyecto aprobado por la asamblea de parlamentarios catalanes. La hegemonía de la izquierda en Cataluña, unida al acuerdo básico de socialistas y comunistas con Convergencia Democrática de Cataluña, sobre el resultado del Estatuto aprobado por la asamblea de parlamentarios catalanes ofrece, en principio, un frente de negociación unitaria y de muy distinto componente ideológico que los vascos. Sin embargo, el centrista Antón Canyellas se mostró excéptico ante la postura de principio de los representantes de la troika de no acudir a negociar a la Moncloa.

Por parte del grupo centrista, los ponentes son Rodolfo Martín Villa, Oscar Alzaga y Francisco Fernández Ordóñez; por los socialistas, Alfonso Guerra y Gregorio Peces-Barba (Socialistas del Congreso); José Antonio Maturana (Socialistas Vascos), y Eduardo Martín Toval (Socialistas de Cataluña); por la Minoría Catalana, Miguel Roca; por el Grupo Comunista, Jordi Solé Tura; por el Grupo Vasco-PNV, Xabier Arzallus; por el Grupo Andalucista, Miguel Angel Arredonda, y por el Grupo Mixto, Blas Piñar.

Los delegados de la asamblea parlamentaria estarán representados en la ponencia por un número igual de miembros, aunque es posible que sólo asistan a las sesiones seis de ellos, tantos como fuerzas políticas, según informó ayer Josep Andreu y Abelló, presidente de la Comisión de los 21 -redactora del Estatuto de Sau-, quien manifestó que, en todo caso, actuarán con voto ponderado respecto a cada una de las formaciones representadas en la asamblea y en defensa, siempre, del contenido del Estatuto.

Entre las conversaciones previas a los trabajos de la ponencia, fuentes andalucistas informaron a EL PAÍS que el señor Roca había mantenido contactos con el ponente Miguel Angel Arredonda, habiéndose llegado a un principio de acuerdo tanto para la negociación del Estatuto catalán como para las futuras conversaciones sobre el proyecto de Estatuto de Andalucía. Como se recordará, el señor Arredonda abandonó la ponencia que estudió el Estatuto de Guernica, en base al procedimiento extraparlamentario de la negociación y a los perjuicios derivados de su contenido para el pueblo andaluz. La coordinadora en Cataluña del PSA negó ayer que fuera anticatalanista, afirmó su apoyo a la autonomía y lo consideró compatible con la defensa del pueblo andaluz.

En la víspera del comienzo de la negociación parlamentaria sobre el Estatuto catalán se detectó cierto nerviosismo por parte de los sectores catalanes centristas y de los pertenecientes al ala más derechista de Convergencia. Entre estos últimos, Ramón Trías, con motivo de la presentación de su libro Nacionalisme i llibertat, calificó ayer en Barcelona de «decepcionante» e «inadmisible» la actitud del Gobierno y anticipó que las personas moderadas, como él, quedarían descartadas y sus posiciones sustituidas por otras más violentas.

Por otra parte, el diputado centrista Joaquín Molins rechazó los intentos comunistas y de Convergencia, encaminados a marginar a UCD. En unas declaraciones a Europa Press, el señor Molins afirmó que el papel de los centristas es «absolutamente decisivo» y aseguró que «el presidente Suárez cuenta con nosotros para la negociación del Estatuto».