Fernando Bergasa: "Me preocupa que pudiera generarse la violencia en Canarias"

Fernando Bergasa, diputado de UCD, de cuarenta años, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, es el nuevo presidente de la Junta de Canarias. Muy activo en los últimos años de la dictadura franquista, Bergasa fundó, junto con Manuel Bermejo -hoy alcalde de Las Palmas por la coalición nacionalista Unión del Pueblo Canario-, el Partido Autonomista Socialista de Canarias, grupo político que se definió como marxista. Más tarde lo abandonó para unirse a Unión Canaria, el partido de Lorenzo Olarte Cullén, del que llegó a ser secretario general hasta que desapareció para constituirse la UCD canaria. Fue elegido diputado el 15 de junio de 1977 y nombrado director general de las Regiones por el anterior ministro para las Regiones, Manuel Clavero. En las últimas elecciones legislativas volvió a ser elegido diputado por la provincia de Las Palmas. InformaDiego Talavera.

Difícil papeleta le aguarda a Fernando Bergasa al frente de la Junta de Canarias: nada menos que poner en marcha una institución de la que el pueblo canario se siente defraudado por la trayectoria que llevó en su primera fase. Las luchas internas de UCD en las islas -entre los sectores conservador-liberal y socialdemócrata- hicieron del ente preautonómico, donde el partido gubernamental es mayoritario, un organismo sin sentido, sin fuerza moral para ocupar el espacio que le correspondía y sin credibilidad para afrontar el futuro de Canarias. Bergasa, una vez superadas estas crisis internas, al menos de forma aparente, llega a la presidencia con el apoyo de UCD de Las Palmas y Tenerife en un momento crucial para la historia del archipiélago. Porque, al margen de los problemas estructurales de este «pueblo atlántico» -una agricultura en crisis, gran índice de paro, analfabetismo, un sector pesquero destrozado, etcétera-, los canarios se enfrentan con una crisis de identidad como nunca ha ocurrido en sus cinco siglos de vida: «Qué somos, qué queremos y a dónde vamos.» Por ello, la nueva etapa de la Junta podría jugar un importante papel en el futuro de las islas, y del resultado de su gestión va a depender, en mayor o menor medida, que el pueblo canario logre tener fe en sus instituciones propias para emprender un nuevo camino.Pregunta. ¿Supone la actual recomposición de la Junta que UCD de Canarias ha resuelto todos los problemas internos originados por cuestiones ideológicas y hegemónicas entre los comités provinciales de Las Palmas y Tenerife que provocaron la paralización del ente preautonómico en su primera fase?

Respuesta. UCD canaria es hoy un partido unido y sólidamente asentado en las islas, como lo demuestran nuestros resultados electorales. De todas formas, no hay que olvidar que UCD no es un partido dogmático y que representa un amplio espectro social, por lo que es completamente material que este hecho se manifieste a veces en posiciones matizadas dentro del partido.

P. Después del lamentable espectáculo político de la Junta en su primera fase, ¿cómo se va a poner en marcha el ente preautonómico en esta nueva etapa?

R. Bien, yo creo que la Junta ya está en marcha y en un plan de trabajo concreto que fue anunciado el pasado 9 de junio, día de su reconstitución, en el discurso que entonces pronuncié. Dije entonces que los objetivos que tenemos que alcanzar, por su capital importancia y complejidad requieren un planteamiento serio y riguroso. Las necesarias transferencias de funciones y servicios de la Administración del Estado, los estudios bases para la elaboración de un plan económico para el archipiélago y el proceso autonómico son temas de capital importancia e inmediatos en el tiempo, que requieren ser abordados con el máximo rigor y profundidad.

P. Hablemos del Estatuto canario. ¿Hasta dónde se puede llegar?, ¿podrá contar Canarias con los órganos suficientes que de vuelvan al pueblo confianza y seguridad ante el futuro?

R. La respuesta es muy concreta: el pueblo canario quiere disponer de Asamblea Legislativa, Consejo de Gobierno y Tribunal Supremo de Justicia. En este sentido, los ayuntamientos canarios han ejercido la iniciativa autonómica prevista en la Constitución y todos se han pronunciado en el mismo sentido. La Junta quiere para Canarias la autonomía más amplia y la más eficaz.

P. En el caso de que el Estatuto no llegara a satisfacer a la sociedad canaria y, por otro lado, los nacionalistas se sintieran defraudados con la vía parlamentaria, ¿no cree que los sectores más radicales podrían optar de nuevo por la violencia, bien bajo el control del MPAlAC o de cualquier otro grupo independentista que surja en el archipiélago?

R. En el conglomerado electoral que es la Unión del Pueblo Canario yo no veo un planteamiento coherente más allá de ciertas posiciones más bien de carácter vago y simplista, lo cual es natural, dada la variedad de grupos políticos allí integrados. En cuanto al futuro, si bien en principio nunca está determinado, pienso que, al depender en gran medida de lo que hagamos hoy, seremos capaces los canarios de racionalizar nuestra situación, ver las alternativas que se nos presentan y con trabajo y esfuerzo dar respuesta a los retos planteados con la solidaridad y unión del resto del país. Por otra parte, le puedo decir que me preocupa más la violencia que pudiera generarse por la frustración y desesperanza de un pueblo como el canario -actualmente sometido a la presión de gravísimos problemas-, que esa otra clase de violencia que nace del sectarismo, del dogmatismo y la intransigencia ideológica e irracional.

P. Es indudable que Canarias, política y económicamente, no puede volverle la espalda al continente africano. ¿Cómo va a ser la postura de la Junta ante este tema?, ¿se va a designar a un consejero de Asuntos Exteriores en el Gobierno canario, teniendo en cuenta los numerosos problemas de cualquier índole que se van a plantear con los países africanos?

R. La política de Canarias con respecto a los pueblos vecinos africanos ha de basarse en relaciones de mutua colaboración y respeto. Ahora bien, las relaciones exteriores son competencia exclusiva del Estado y, por consiguiente, no va a ser objeto de transferencias en ningún ente preautonómico o autonómico. Por otro lado, no hay que olvidar que estamos en contacto con el Gobierno para plantearle todos nuestros puntos de vista en lo que se refiere a los temas que nos afectan. Y así, por ejemplo, se ha constituido una comisión con el Ministerio para las Relaciones con la CEE para el estudio de las repercusiones en Canarias de la integración de España en el Mercado Común y para que nuestras necesidades y puntos de vista sean tenidos en cuenta.

P. Por último, ¿cuál es su opinión en torno a la posible instalación de bases extranjeras en Canarias? ¿Cree usted que las islas deberían mantenerse neutrales en el plano militar?

R. En el orden político y como presidente de la Junta, tengo que expresar la opinión del ente, donde mayoritariamente está UCD. En Canarias siempre ha existido una presencia de nuestras Fuerzas Armadas y, desde luego, nosotros no somos neutrales en lo que concierne a la defensa de España. Somos parte integrante del país y hemos de contribuir, como todos los españoles a nuestra defensa. Como consecuencia, somos partidarios de una presencia activa y eficaz de nuestras Fuerzas Armadas en las islas.