España podría acoger de trescientos a quinientos refugiados vietnamitas
La posición oficial de España ante el problema de los refugiados de Vietnam será decidida en el Consejo de Ministros del próximo viernes. De momento se sabe que el Gobierno español ha decidido contribuir con 10.000 dólares al fondo especial para los refugiados y que España estará presente en la conferencia internacional que se abrirá en Ginebra, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, los próximos días 20 y 21 de julio.
En esta conferencia, por medio de la delegación española, presidida por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Carlos Robles Piquer, el Gobierno de Madrid podría hacer pública su decisión de acoger en territorio español a un número de refugiados vietnamitas que oscila entre los trescientos y los quinientos y aumentar su aportación al fondo de ayuda a unos 50.000 dólares.Por el momento no hay nada decidido y, al parecer, existen distintos criterios en el seno del Gobierno en tomo a la posible actitud española. Se le achaca a la presidencia del mismo una actitud poco favorable a la acogida de refugiados en territorio español, mientras que Exteriores mantiene una posición más decidida en este sentido. Entre los argumentos que se esgrimen a favor está, sobre todo, el que España no puede inhibirse ante este flagrante problema, aunque la mayor responsabilidad del mismo recae en Estados Unidos. Asimismo, se apunta que la mayoría de los países del Occidente europeo, han hecho públicas sus posiciones favorables a la acogida de refugiados. Las últimas cifras conocidas de recogida de refugiados son las siguientes: Francia, 52.000; Gran Bretaña, 1.900; Suiza, 1.500; Bélgica, 1.240; Noruega, 1.060; Italia, 1.000; Holanda, 1.800; República Federal de Alemania, 5.000, y Austria, 1.100.
Se argumenta que la cifra de personas que se admitiera podría luego ampliarse de manera importante si éstas, una vez conseguida la residencia, deciden ejercer el derecho legal de reagrupación familiar.
Por último, también existe el argumento de que España debe dar prioridad a otros refugiados más próximos a nuestra política, como los saharauis o los refugiados políticos de América Latina.
