Experiencias terapéuticas de acupuntura mediante el empleo de electricidad
Una curiosa experiencia de acupuntura está siendo llevada a cabo en Madrid por parte de José Luis González Nieto, especialista en la materia, quien asegura que los célebres puntos, a los que se refieren los especialistas en acupuntura de todos los tiempos, existen y que además tienen relación con fenómenos de índole eléctrica.
«La acupuntura viene envuelta de un aura de misterio oriental», explica el señor González Nieto, «en una época en que lo oriental se presenta como algo muy sugerente, lleno de posibilidades de evasión y superación de la angustia occidental que nos acongoja.» La novedad, sin embargo, del trabajo llevado a cabo por este especialista es el maridaje de la electricidad con la acupuntura, lo que «sí es muy reciente».La acupuntura es una práctica antigua de la que existen indicios, incluso en la Edad de Piedra. Para quienes la practican, «la enfermedad es el resultado de un desequilibrio de la energía en los diferentes órganos y/o un nivel alterado, por exceso o por defecto, de la energía total corporal. Esta energía Q circula por unos canales». El especialista, el «conocedor» de estos secretos resortes del organismo humano actúa sobre puntos de estos canales, ligados, en su opinión, a órganos o funciones determinadas: corazón, pulmones, hígado. ¿Sirve para algo esta actuación? «Nos tenemos que rendir ante la evidencia», señala el señor González Nieto, «de unos logros terapéuticos, tal vez empíricos, según nuestro conocimiento actual, pero indiscutibles. Los efectos fisiológicos más interesantes son: analgésico, sedante, homeostático, inmunológico y regulador del psiquismo» aunque él considera que «en este último efecto no se comprende la sugestión psicológica inherente a todo tipo de terapia».
Los pacientes acuden aquejados de dolor y, según el especialista, «en realidad no se puede hablar de un efecto anestésico, sino de una analgesia profunda. Los físioterapeutas nos conformamos con aliviar el dolor para posibilitar la aplicación de otras técnicas».
Para González Nieto es evidente la existencia y realidad de los puntos acupunturales «en relación con los experimentos de los Kirlian». Asegura que «se observó que cuando se tomaba una fotografía de un ser vivo sometido a un campo electromagnético de 75 a doscientos kilohertzios, se apreciaban unos puntos brillantes y coloreados que más tarde se reconoció coincidían perfectamente con los puntos descritos por los chinos». Estos puntos presentan una baja resistividad eléctrica, lo que constituye el fundamento de los llamados detectores de puntos. Esta es una de las líneas de las que arranca el trabajo del señor González Nieto: el empleo de aparatos eléctricos que producen impulsos de diversas formas y frecuencia regulable con electrodos para estimulación, bien trascutánea, o bien mediante conexión a las agujas, tanto para la detección exacta de los puntos como para la valoración de los desequilibrios energéticos y para la estimulación terapéutica.
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