El Banco de España advierte de los peligros de una política monetaria aislada
El gobernador del Banco de España, José Ramón Alvarez Rendueles, insistió en la necesidad de acortar los periodos para los que se fijen los objetivos de política monetaria a un máximo de seis meses, advirtiendo de los peligros que pueden derivarse de pretender solventar por vía exclusivamente monetaria los problemas inflacionarios, en su intervención ante el consejo general de la banca central española, con ocasión de presentar el Informe Anual 1978.
En su intervención, el gobernador del Banco de España analizó detenidamente la evolución y consecuencias de la política monetaria practicada durante 1978, en función del propósito del Gobierno de contener el crecimiento de las disponibilidades líquidas. A este respecto, el señor Alvarez Rendueles estimó que la banca central no puede desentenderse, en su labor de control del crecimiento de las disponibilidades líquidas, de la evolución de otras magnitudes del sistema crediticio, como las que definen la cantidad de dinero o el crédito interno al sector privado. Sin embargo «no cabe establecer simultáneamente objetivos monetarios en términos de las disponibilidades líquidas y del crédito interno al sector privado, excepto que se esté dispuesto también a cumplir unos objetivos en términos de saldo de la balanza de pagos y del déficit de caja del sector público y se disponga de instrumentos capaces de hacer buenos estos propósitos», señaló el señor Alvarez Rendueles en su intervención.Cara al presente año, el gobernador del Banco de España estimó inevitable que el Gobierno revise de inmediato los objetivos de política monetaria fijados a finales de 1978. En este sentido, se refirió a la vieja tentación de buscar soluciones a los problemas reales por vías monetarias, sacrificando la estabilidad o incrementando la inestabilidad ya existente. «Un banco central», dijo, «está obligado a insistir en las falacias que se agazapan tras esa tentación y en la alta probabilidad de que por esa vía se encuentren problemas adicionales en vez de soluciones a los ya existentes». Más adelante, estimó que «existe un peligro claro de recrudecimiento de las presiones inflacionistas si, en el deseo de aliviar las tensiones de la economía, se llega demasiado lejos o se olvidan los objetivos a medio y largo plazo». En definitiva, el gobernador del Banco de España insistió reiteradamente en la necesidad de desarrollar un plan a medio y largo plazo, especialmente en materia de gasto público, ya que el déficit presupuestario puede verse incrementado por los déficit parciales consecuencia de unos planteamientos insostenibles y de la falta de programación.
Respecto al sector bancario, el señor Alvarez Rendueles valoró positivamente la experiencia desarrollada por la Corporación Bancaria (hospital de bancos) y destacó los esfuerzos desarrollados por la banca central, en materia de propiciar el reforzamiento de las estructuras financieras de la banca privada, que en síntesis ha generado un «saneamiento profundo del sector bancario, fundamental en este período de dificultades». Cara al futuro, el gobernador anunció los planes para incrementar la dotación de fondos propios de la Corporación Bancaria y la potenciación del Fondo de Garantía de Depósitos, de modo que éste sirva no sólo como mecanismo de seguro, sino que coadyuve a evitar que se produzcan siniestros bancarios.
En cuanto al contenido del informe económico 1978 (cerca de 450 páginas), se ocupa de analizar sucintamente la evolución de la economía mundial, y más ampliamente la de la economía española, profundizando sobre todo en los aspectos relativos al comportamiento del sector público, desarrollo de la política monetaria y financiación de la economía.
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