El Estado no es quién

«La decisión gubernamental de cerrar media docena de periódicos de la antigua cadena del Movimiento, así como una agencia de idéntico origen, ha provocado una considerable cantidad de comentarios. ( ... )El Gobierno ha presentado a la opinión el desmantelamiento de la cadena de MCSE como una operación de saneamiento económico. Los fines de esta medida deberían ser, además y principalmente, otros. El Estado no debe deshacerse de sus periódicos sólo porque pierdan mucho o poco dinero, sino, sobre todo, porque no es quién para poseer otros medios de comunicación que no sean el Boletín Oficial. Por su propia naturaleza, el fenómeno de la información debe estar desvinculado del poder. La información en manos del poder no es información, sino propaganda. El poder político, en cualquier democracia que merezca este nombre, recibe amplias facultades para administrar el dinero de todos, a cambio de estar sometido a un control estricto de su actividad. Uno de los instrumentos sociales del control del poder más eficaces son los medios de comunicación, que dan expresión a la opinión pública y contribuyen a formarla. Por eso es una aberración el permitir no ya que el Estado censure, sino incluso que sea el propietario de instrumentos de vigilancia de su actuación. ( ... )

El Estado no es quién para ser el propietario o el titular de medios de comunicación social. Los argumentos según los cuales la televisión tiene una capacidad de penetración social que obliga al poder público a velar por la población indefensa son argumentos paternalistas, que justificarían la interferencia del Estado en la vida del individuo en materia de educación, de sanidad, de economía, de moral, de todo cuanto se quiera. Aceptar el error de considerar que el Estado es el bueno y los individuos unos seres rapaces y dañinos es empezar a recorrer el camino del totalitarismo. Los ciudadanos no necesitamos que nadie nos salve.»

29 de junio