Gómez Llorente: "Renunciar al marxismo beneficiaría al PCE y perjudicaría a la UGT"
«Si el PSOE renunciase al marxismos saldría muy beneficiado el PCE y muy perjudicada la UGT, con lo cual habríamos dificultado una alternativa real y viable para la izquierda», afirmó anoche Luis Gómez Llorente, ex secretario de formación del PSOE, durante su intervención en el debate interno de la Federación Socialista Madrileña. Denunció el perjuicio de una excesiva identificación del partido con un superlíder; dijo que si Felipe González abandonara el PSOE en quince días habría un Partido Socialdemócrata, y anunció su intención de contribuir a elaborar otra candidatura si la sintesis no fuera posible.
Al examinar lo ocurrido en el XXVIII Congreso del PSOE al que calificó como la gran paradoja; se aprobó una ponencia política y se aclamó a Felipe González cuando éste se declaró incompatible con ella-, dijo que los delegados ignoraban que Felipe González no aceptaría ser secretario general con esa ponencia; «los que lo sabíamos», agregó, «nos esforzamos por evitar el enfrentamiento ». De ahí la conveniencia de la fórmula que se limitaba a remitirse a congresos anteriores y al programa máximo.Dijo también que Felipe González había mínusvalorado la mecánica democrática de los congrsos socialistas, hasta el punto de que creyó que una ligera intervención suya bastaba para cambiar el curso de los debates; « no sólo no fue así », agregó, « sino que resultó extemporánea».
El conferenciante afirmó que las ideas del marxismo continúan vigentes, y rechazó que haya quien pretenda dogmatizar esa ideología; quienes lo pretenden -afirmó- inventan una falsedad para hacer verbalísmo y no llevar la polémica a otros terrenos, como son la estrategia y la organización interna.
Defendió la necesidad de que en la nueva ejecutiva haya personas que crean en vías de actuación distintas a las meramente electorales e institucionales, y dijo que el electoralismo y el parlamentarismo son las palancas principales para conducir al PSOE hacia la derechización, reducíéndolo a ser una pieza más del entramado del sistema y esterilizando su carga de fuerza transformadora de la sociedad.
El poder del dinero -continuó- se manifiesta y realiza más allá del poder que ejerce el capital a través de los partidos de derechas en los órganos institucionales; a este poder del dinero, los trabajadores tienen que organizar un contrapoder efectivo de resistencia y de transformación social, cuyos principales instrumentos son los sindicatos y los partidos de clase. En la lucha contra el gran capital, la clase trabajadora encuentra como aliados a otros explotados -pequeños propietarios, comerciantes, funcionarios, agricultores-, pero sin renunciar a sus principios ni a la propia identidad, « pues, de lo contrario, el partido ganará muchos votos, pero dejaría de vertebrar la fuerza popular necesaria para impulsar cambios cualitativos».
«Desarrollar la conciencia de las nacionalidades y regiones que integran el Estado significa hoy la vía adecuada para impulsar, en sentido progresivo, a grandes sectores populares, y recuperar el efecto desmovilizador producido por la incultura política de los cuarenta años y, más recientemente, por la política de consenso», pese a que ésta fuera inevitable en el período constituyente.
Dijo después que «se ha llegado a un grado excesivo de identificación entre la sigla centenaria del PSOE y un hombre-símbolo. Hubo que hacer las campañas electorales de tal modo que han dejado algunas secuelas negativas. La identificación del PSOE con un superlíder somete al partido a una dependencia y a unos riesgos innecesarios; da la falsa impresión de que no existen bastantes socialistas para acometer tareas importantes en la sociedad. También dificulta la democracia interna.
Del coloquio posterior, que fue muy extenso -el acto se prolongó hasta cerca de la medianoche-, sólo ofrecemos hoy, por razones de espacio, algunas de las afirmaciones del señor Gómez Llorente:
«Estoy por una síntesis, ideológica y de ejecutiva; pero la palabra síntesis significa cosas distintas según quien la pronuncia. Si no es posible la síntesis, yo contribuiré a elaborar otra candidatura.»
«Si Felipe González abandonara el PSOE, en quince días sería creado el Partido Socialdemócrata. Con esto no quiero enjuiciar la actitud de este compañero, me limito a expresar una posibilidad.»
«Algunos compañeros socialisias hablan casi como liberales. Ciertos sectores socialistas parecen ver el liberalismo como una meta en sí mismo. Nunca los socíalistas podrán prescindir del concepto de clase.»
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