Incidentes en Mondragón tras el asesinato de un presunto etarra en Francia
A mediodía de hoy llegará a Mondragón el cadáver del refugiado vasco, presunto miembro de ETA, Enrique Gómez Corta, residente en Francia desde 1974 y muerto a tiros el lunes por la noche en una calle de Bayona. Las cuadrillas de Mondragón, junto con el Ayuntamiento, decidieron en la madrugada de ayer suspender las fiestas patronales, y la población laboral de esta localidad guipuzcoana ha vivido veinticuatro horas de huelga general que, probablemente, se extenderá a lajornada de hoy. Las manifestaciones, asambleas populares y enfrentamientos con la Guardia Civil se han sucedido insistentemente durante las últimas horas, en protesta por este acto de violencia contra los refugiados vascos. En la madrugada, dos personas resultaron heridas leves por las balas disparadas por la Guardia Civil.También ayer, a las cuatro y veinte de la madrugada, un artefacto causaba graves daños en una empresa de mecánica en la localidad vasco-francesa de Ciboure, donde trabajan varios refugiados. Mientras tanto, en Andoáin, población próxima a San Sebastián, grupos de jóvenes vigilaban durante la nociie, desde vehículos de la Policía Municipal, las calles de la población, ante las nuevas amenazas de la extrema derecha.
Todos estos hechos se producen en el momento en que la Administración francesa está obligando a varios refugiados vascos a abandonar los departamentos de los Pirineos atlánticos. Esta es la razón que esgrime la rama militar de ETA para justificar, en un comunicado difundido ayer, el hundimiento el domingo, en el puerto guipuzcoano de Pasajes, de un buque, de carga con bandera francesa, y que tras una explosión, considerada en un principio fortuita, se sumergió en las aguas del puerto vasco. Los once tripulantes que se encontraban a bordo consiguieron abandonar la embarcación sin sufrir daño alguno.
ETA militar considera que ha llegado el momento oportuno para proceder a un avance cualitativo en la lucha armada ofensiva contra los intereses del Estado francés en el Estado español, y establece como principales objetivos a atacar los medios de transportes franceses, ya sean terrestres, aéreos o marítimos, destinados tanto a mercancías como al transporte de turistas. También señala como objetivos las delegaciones oficiales o privadas de empresas y entidades comerciales y financieras del país galo instaladas en España. «La única posibilidad que existe de que reconsideremos nuestra postura y detengamos nuestra campaña armada», finaliza el manifiesto de ETA militar, «es que el Gobierno francés rectifique su provocadora postura y acepte las reivindicaciones de los exiliados políticos, asumiendo sus compromisos internacionales de asilo político, facilitándoles una vida libre de tensiones en Euskadi Norte.»
Los gendarmes franceses encontraron ayer el Peugeot 305 desde el que un comando armado ametralló el lunes, a las nueve y media de la noche, a Enrique Gómez. El fallecido, titular de un permiso de residencia en regla, caminaba a la hora mencionada, junto a otros amigos, cerca del restaurante de Juan José Etxabe -otro refugiado vasco gravemente herido hace meses en un atentado, en el que perdió la vida su mujer, Agurtzane-, cuando fue requerido por los agresores, que simularon preguntarle por la dirección de una calle. En ese momento, desde la ventanilla posterior del automóvil, uno de los ocupantes del vehículo abrió un intenso fuego de metralleta contra Enrique Gómez, que cayó herido de muerte en el suelo.
Enrique Gómez era natural de Vitoria, y en 1974 se exilió a Francia, al parecer, por su presunta vinculación a ETA. Desde aquel año residía en la localidad vasco-francesa de Bayona con su mujer, Carmen Larrañaga, natural de Mondragón.
Bomba en un taller
Telesforo Monzón, diputado por Guipúzcoa de Herri Batasuna, ha negado que el taller Zumar, de Ciboure, dañado ayer por un atentado, fuese de su propiedad, como afirmaban algunos medios de información. En esta empresa trabajan varios refugiados vascos vinculados a ETA y su propietario hace tiempo era Francisco Zumalde Moreno, El Cabra, de la línea radical de ETA. Más tarde pasó a regentarlo Galarraga, al que la policía española acusó de ser el autor de la muerte en Madrid de varios militares.En un pleno extraordinario celebrado ayer por el Ayuntamiento de Mondragón, las autoridades municipales han denunciado la utilización de fuego real por parte de la Guardia Civil para repeler a los manifestantes.
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