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La ejecutiva de UGT explica a Suárez la postura actual de la central socialista

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, acogió ayer, durante dos horas, la exposición planteada por la ejecutiva de la central socialista UGT sobré la actualidad socioeconómica, sin que el jefe del Gabinete descendiera a detalles concretos en cuanto a la actuación gubernamental ante los planteamientos ugetistas. Sin embargo, la valoración que UGT hace de la reunión, celebrada a instancias del sindicato, es positiva, «por cuanto supone una mayor preocupación del Gobierno por el tema sindical».

De acuerdo con la información facilitada por los representantes de UGT presentes en la reunión -Nicolás Redondo, secretario general, y los miembros de la ejecutiva José María Zufiaur, Isaías Herrero y Manuel Chaves-, el presidente se mostró receptivo ante los temas planteados por UGT y muy informado del tema sindical. No obstante, ninguno de los temas tratados habría obtenido por parte del presidente atención preferente en cuanto a su tratamiento concreto en tiempo y forma.La reunión se enmarca por parte de UGT en el contexto de las entrevistas que esta central mantiene estos días con la patronal y el Gobierno, por separado, en busca de un cierto consenso que, de acuerdo con algunos medios políticos, trataría de lograr por la vía sindical -en la actualidad fuente de graves conflictos, que agravarían aún más el dificil momento político definido por la discusión de las autonomías- «un acercamiento de las dos principales formaciones políticas del país».

El recurso a la vía sindical para esta operación política estaría justificado, por una parte, por la fragilidad que presenta en las actuales circunstancias la alternativa socialista, a la espera del congreso del PSOE que, presumiblemente, devolvería a Felipe González su indiscutido liderazgo de un socialismo homologable al que impera en los países occidentales de Europa. De otra parte, dotar a UGT del protagonismo sindical que comporta la negociación por sí sola -nótese que la actitud de la central socialista ante el tema del estatuto y de la negociación colectiva aparece al margen de la unidad de acción que anteriormente le vinculaba a Comisones Obreras-, y más aún la repercusión pública de su contacto con el presidente del Gobierno, dota de una imagen pública a UGT que puede servirla de reconstituyente como central hermana del primer partido de la oposición y del que aparece descolgada a nivel de implantación.

De esta operación no estaría ajena la patronal, que, si bien no intervendría de manera directa, sí ve con buenos ojos un cierto sacrificio de los intereses de partido por los intereses de Estado por parte del presidente Suárez.

De acuerdo con el comunicado difundido por UGT al término de la entrevista, UGT expuso al presidente Suárez sus criterios sobre «la actual situación laboral y sindical, juzgada preocupante por Nicolás Redondo en el transcurso de la entrevista, dada la ausencia de una política legislativa coherente con las necesidades de fortalecimiento del sindicalismo, pilar fundamental en el proceso de consolidación democrática; así como poner de manifiesto el desfase existente en el desarrollo político con relación al sindical, la falta de una adecuada infraestructura de las centrales sindicales, fruto de la marginación que el Gobierno ha venido haciendo con respecto a las mismas».

La delegación de UGT planteó, asimismo, al señor Suárez la necesidad de arbitrar fórmulas que permitan el inicio de negociaciones políticas con respecto a la devolución del patrimonio sindical. En torno a este punto, Nicolás Redondo manifestó que UGT pide que la Administración acate la decisión de la OIT sobre devolución del patrimonio histórico expoliado a la central socialista a raíz de la guerra civil, y que en lo que atañe al patrimonio acumulado se dote a las centrales sindicales representativas de las ayudas económicas suficientes y de los bienes patrimoniales que pertenecían a la antigua Organización, Sindical, con el fin de poder dar un mayor y más eficaz servicio a la clase trabajadora.

En torno al estatuto de los trabajadores, UGT planteó la necesidad de que en su normativa se contemple el protagonismo sindical a todos los niveles, la posibilidad de negociaciones articuladas, la eliminación de los laudos, rechazo del lock-out, control sindical en la movilidad de empleo y expedientes de crisis y la ampliación del seguro de desempleo. Nicolás Redondo reiteró a Adolfo Suárez que el estatuto de los trabajadores, tal y como fue aprobado por Consejo de Ministros, no es asumible por la UGT, mostrando su confianza de que durante los debates parlamentarios se articulen por parte de los grupos políticos presentes en la Cámara los mecanismos necesarios para su reforma, con el fin de que sea aceptado por las partes directamente afectadas.

Por último, se analizó la coyuntura económica del país y las repercusiones que va a tener la superación del techo previsto por el Gobierno en torno al índice de precios al consumo durante el primer semestre del año en curso, proponiendo UGT el aumento automático de todos los convenios en vigor en igual proporción al incremento de precios, con el fin de evitar los focos de tensión sociolaborales.

La reunión, que se prolongó por espacio de dos horas, transcurrió en un ambiente distendido, mostrándose al final ambas partes satisfechas sobre lo tratado en la misma.

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