Las minusvalías en el niño pueden prevenirse

«Se pueden prevenir minusvalías en el niño, mediante una adecuada atención obstétrica perinatal, psicológica y social», según una de las conclusiones a que se ha llegado al término de las Primeras Jornadas Internacionales para Estimulación Precoz, clausuradas anteanoche en la Fundación General Mediterránea, tras una semana de sesiones de trabajo, con la participación de especialistas de diecinueve países.Estas jornadas estuvieron organizadas por el SEREM y el Patronato para Ayuda a Subnormales, dependiente de la Fundación General Mediterránea, con la colaboración de la Universidad de Navarra.

Para iniciar la estimulación precoz del niño normal de forma natural, durante la gestación, la madre, además de recibir una correcta atención médica, debe ser educada sobre el papel de protagonista que desempeñará durante el parto y en la atención a su hijo desde el nacimiento, con el que conviene establecer en seguida una interacción afectiva y sensorial. El padre debe ser educado junto con la madre, a la cual debe prestar apoyo afectivo y psicológico.

Una vez excluidos los casos de alto riesgo, se señala en las conclusiones de estas jornadas, la mayoría de los partos sólo requieren una supervisión continua, siendo innecesarias medicaciones y maniobras que pueden perturbar la fisiología y son potencialmente peligrosas.

Se ha llegado también a la conclusión de que la investigación básica en ciencias neurológicas es una de las mejores maneras de adquirir información indispensable para acelerar el progreso de las ciencias clínicas, especialmente en lo relativo al tratamiento. Además, se señala la urgencia de fomentar la investigación experimental concerniente a las consecuencias de la lesión cerebral temprana.

Otras de las conclusiones serían la confirmación de que la estimulación precoz es una inversión altamente rentable desde el punto de vista social y económico; que el diagnóstico precoz del daño cerebral, estructural o funcional es elemento básico para minimizar las consecuencias mentales de las alteraciones, y que el equipo interdisciplinar es indispensable para el diagnóstico y tratamiento precoz.

Por último, se ha llegado a la conclusión de que no parece oportuno establecer un plan nacional de estimulación precoz sin haber analizado científicamente los resultados obtenidos tras una fase experimental previa, y se ha propuesto la creación de una secretaría internacional para el intercambio de investigaciones métodos y conocimientos en el amplio campo de la estimulación precoz.

En Barcelona se iniciará mañana un curso internacional sobre este mismo tema, que contará con la participación de muchos de los asistentes a estas jornadas, entre los que se encuentran el profesor neozelandés Liley, conocido por sus investigaciones sobre el niño; el mexicano Joaquín Cravioto y el británico John Smith.