Médicos del "Piramidón" reclaman un comité científico y deontológico

Existe un clima de latente tensión en la plantilla de médicos del centro hospitalario de la Seguridad Social Ramón y Cajal, de Madrid, conocido por Piramidón, tras la reciente decisión de un jefe de servicio de destinar a un jefe de sección a un laboratorio. Se cuestiona la necesidad de elaborar un «estatuto que regule las relaciones entre los profesionales médicos de los hospitales» y, sobre todo, la creación de un comité científico y deontológico.Con motivo de las Segundas Jornadas de Deontología, Derecho y Medicina, celebradas en los últimos días del pasado mes de mayo en Madrid, un colectivo de médicos del Piramidon denunció el vacío jurídico existente en relación a las funciones del personal médico en las instituciones de la Seguridad Social.

En la comunicación se hacía referencia a las atribuciones que ostentan los de servicio, que pueden disponer severas medidas disciplinarias a sus subordinados, y se sugería la elaboración de un estatuto de los médicos de hospitales.

Aunque resulta infrecuente que un jefe de servicio adopte una actitud discriminatoria con un subordinado suyo -Jefe de sección, adjunto o médico interno residente-, el problema surgió hace dos sernanas en el Departamento de Neurocirugía. Al traslado de un jefe de sección a un laboratorio sucedió una denuncia del caso ante la Junta Facultativa, órgano consultivo del centro hospitalario. Esta Junta, que integra todos los estamenlos médicos, se pronunció esta semana ofreciendo tres soluciones: un acuerdo amistoso entre las partes, la tramitación de acciones jurídicas unilaterales en una instancia ajena a la Seguridad Social y el respete, al reglamento vigente.

Fuentes de ambos estamentos -plantilla y jefes de servicios- han insistido en que esta problemática no es frecuente en el centro.hospitalario citado. No obstante, coinciden en la necesidad de crear un comité científico y deontológico, una de cuyas funciones sería evitar este tipo de situaciones conflictivas merced a su criterio técnico y ético sobre los contenciosos planteados.

Se estima también que el citado comité ayudaría a observar el apartado tercero de la carta médico-social de Nuremberg, en la que textualmente se dice que todo hombre «debe tener la garantía de que el médico a quien recurre goza de una total independencia eri el plano moral y en el dominio técnico y puede elegir su terapéutica».

El próximo lunes, en una asamblea convocada para el mediodía, la plantilla médica del centro Ramón y Cajal discutirá el problema que ha motivado el actual clima de tensión. Conflicto que puede surgir, según comentaron algunas fuentes fidedignas a EL PAIS, por la heterogeneidad y complejidad del hospital. La procedencia de los profesionales médicos que trabajan en el Piramidón se divide entre Universidad, instituciones privadas y Seguridad Social, circunstancia que motiva desajustes en algunas actuaciones e incompetencia dirigente en otras.