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Argelia rechaza en la ONU las acusaciones formuladas por Marruecos

Argelia rechazó ayer, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, las acusaciones de «agresión armada» hechas por Marruecos el día anterior, y acusó a su vez a Rabat de intentar ocultar con sus falsas denuncias el problema real: la anexión del Sahara occidental y la lucha de un «pueblo mártir» por su independencia.

Mohamed Bedjaui, embajador argelino en París, que se desplazó a Nueva York para participar en la sesión urgente del Consejo de Seguridad convocada a petición de Marruecos, dijo ayer rotundamente que «el Ejército argelino jamás ha franqueado la frontera con Marruecos» y que los combatientes a los que Rabat denomina «bandas» no son sino el ejército del Frente Polisario, que extiende su zona de beligerancia hasta el propio territorio del agresor contra el pueblo del Sahara.Con la asistencia de Kurt Waldheim, secretario general de la ONU, los representantes de los quince países miembros del Consejo de Seguridad escucharon durante más de una hora al embajador Bedjaui rechazar las acusaciones hechas el día anterior por el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, que había atribuido los recientes ataques a «bandas de mercenarios» equipadas con material de un ejército regular.

El embajador argelino se refirió a la «política de obstrucción» seguida por Marruecos en los foros internacionales y se preguntó por qué ha acudido al Consejo de Seguridad ahora, cuando faltan sólo días para la reunión de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en Monrovia.

Aun admitiendo que es «lógico» que los combatientes del Frente Polisario intenten destruir la retaguardia del enemigo y hayan atacado Tan Tan, de donde «por cierto, partió en 1975 la agresión contra el Sahara», y aunque estos ataques muestren que el Polisario «controla una parte importante del Sahara», el representante argelino subrayó que «el problema del Sahara occidental es político y requiere una solución política».

Críticas al "derecho de persecución"

Buena parte del largo discurso de Bedjaui estuvo dirigida a criticar el «derecho de persecución», recientemente invocado por Marruecos. que definió como un residuo de la política colonial y un precedente para apoyar futuras agresiones de Israel y de los regímenes racistas de Africa del Sur contra países como Líbano, Angola, Mozambique o Zambia. «Marruecos quiere eliminar los movimientos de liberación nacional africanos y desestabilizar a los países que les dan su apoyo», dijo el embajador argelino.Tras señalar que Argelia «no eludirá su deber de asistir a los pueblos que luchan contra la opresión» y atribuir las acciones de Marruecos a un intento de «justificar por adelantado» una próxima agresión contra Argel, Mohamed Bedjaui dijo que, si llega el caso, «Argelia sabrá tomar las medidas oportunas y hacer frente a cualquier agresión».

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Aunque inicialmente estaba prevista para ayer la intervención de un representante del Frente Polisario, la sesión del Consejo de Seguridad fue interrumpida hasta la mañana del viernes, hora de Nueva York, sin que se sepa exactamente cuántos países intervendrán en el debate, que se anuncia ya como largo y estéril.

El embajador argelino terminó su intervención pidiendo al Consejo de Seguridad de la ONU que contribuya a restaurar la paz en el norte de Africa.

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