Los militares retirados piden su derecho a una vivienda

Los militares retirados que se encuentran en una situación de interinidad en la ocupación de viviendas acogidas al Patronato de Casas Militares se reunieron ayer por la tarde en una asamblea, celebrada en el colegio mayor Mara, para tomar una postura unitaria con respecto a su problema y tratar de ejercer las acciones que legalmente les puedan corresponder.Según el reglamento por el que se rige el Patronato de Casas Militares -cada Ejército tiene el suyo propio-, los militares en activo tienen derecho a ser usufructuarios de una vivienda para sí y para su familia en la población a la que sean destinados. Sin embargo, en el momento de ser retirados del servicio activo pierden su derecho a la vivienda. Lo mismo ocurre si el militar titular de la misma muere, con lo que su viuda o sus hijos han de abandonar -legalmente siempre- su casa.

Hasta ahora, cuando uno de estos dos casos se daba, el militar retirado y su familia -o su viuda y huérfanos, en el caso de fallecimiento- seguía viviendo en la misma casa que había disfrutado hasta el momento. Legalmente, no podía hacerlo, pero la costumbre así lo dejaba hacer. Sin embargo, el 1 de diciembre del año pasado, el Boletín Oficial de las Cortes publicó un proyecto de ley, remitido por el Gobierno, en el que se proponía el desahucio de todos aquellos militares que, por alguna de esas razones, no tuvieran legalmente derecho a disfrutar de una vivienda del Patronato. Ese proyecto de ley quedó detenido al disolverse el Parlamento. Ahora, con la nueva legislatura ya en marcha, el tema parece reverdecer.