La Henin llegó a ofrecer nuevos terrenos, la construcción de un mercado municipal y la urbanización de la zona

El centro comercial de La Vaguada del barrio del Pilar se construirá una vez que hayan transcurrido los tres meses de moratoria que el Ayuntamiento ha impuesto al inicio de las obras. Esta es la sensación que impera en los pasillos de la Casa de la Villa sobre el tema y que EL PAIS ha podido recoger. La base de esta especulación del futuro inmediato del centro comercial está en la irreversibilidad legal de la licencia concedida por la anterior Corporación. Lo único que podría hacer el actual Ayuntamiento sería efectuar algunos retoques técnicos a la licencia.Sin embargo, cuando el gabinete de prensa del Ayuntamiento publicó la nota no oficial que hacía la primera referencia a que la licencia de construcción del centro comercial pudiera suspenderse (véase EL PAIS del 24 de mayo), nota inspirada por la Delegación de Obras y Servicios Urbanos, que está a cargo de los socialistas Javier Angelina y Juan Claudio de Ramón, lo que provocó fue la ruptura de unas conversaciones. Estas las había iniciado en secreto la Gerencia Municipal de Urbanismo -encabezada por los comunistas Eduardo Mangada e Ignacio Quintana- con la empresa francesa La Henin, propietaria de los terrenos y promotora del centro comercial, con el fin de lograr unos mayores beneficios sociales para el barrio del Pilar, ante la inevitable construcción del centro.

Las ofertas que la Gerencia consiguió de los franceses se cifraban, fundamentalmente, en la cesión de otro 10% de terreno para usos sociales y en la construcción de un mercado municipal de abastos, que pasaría inmediatamente a ser propiedad del Ayuntamiento.

Paralelamente, La Henin garantizaba, por medio de un aval bancario, la urbanización de la zona. Es decir, de alguna forma, lo que los franceses ofrecían era suplir las deficiencias que Banús dejó en el barrio del Pilar cuando terminó su venta de terrenos y de pisos. Pero la nota de los socialistas del Ayuntamiento dejó en agua de borrajas las intenciones comunistas. La Henin consideró rotas las negociaciones y, con ello, inexistentes las ofertas realizadas.

A partir de ese momento, el enfrentamiento entre los socialistas de la Delegación de Obras y los comunistas de la Gerencia se hizo casi patente. Sin embargo, tanto los unos como los otros negaron cualquier tipo de discrepancia, en aras de una unidad de la izquierda municipal, imprescindible desde el. punto de vista político.

Alvarez insiste en que la licencia es irreversible

«UCD reconoce el derecho de todos los concejales a replantearse lo que quieran, pero de acuerdo con la ley. Hay que respetar los acuerdos legales tomados por el Ayuntamiento», dijo José Luis Alvarez, número uno del grupo de Unión de Centro Democrático en el Ayuntamiento de Madrid, en comentario al razonamiento hecho, durante la reunión de la Comisión Permanente del pasado martes, por el tercer teniente de alcalde, José Barrionuevo, de que el actual gobierno municipal reivindica su derecho a replantear el tema de La Vaguada del barrio del Pilar y la construcción o no del célebre centro comercial.El señor Alvarez explicó que el documento leído el martes, en la misma reunión de la Permanente -véasé EL PAIS de ayer-, por el antiguo gerente de Urbanismo y actual concejal ucedista, Luis Enríquez de Salamanca, «supone no sólo la postura de UCD con respecto al tema, sino la postura legal. En su momento fue la postura del Ayuntamiento; hoy creemos que es la posturajusta, legal y correcta».

Más adelante, el mismo señor Enríquez de Salamanca aseguró que «por supuesto que existen mecanismos para volver atrás. Pero lo primero que tienen que hacer es revisar el planeamiento que ha dado lugar a la licencia. Pero eso, como todos saben, tiene unas graves consecuencias económicas». El antiguo gerente se refería a las indemnizaciones que el Ayuntamiento tendría que pagar, en el caso de que decidiera suspender la licencia en forma definitiva.

Al abordar el tema económico de La Vaguada, José Luis Alvarez se refirió a que de la primera nota no oficial publicada por el Ayuntamiento sobre el tema parecía deducirse que la razón fundamental para la posible suspensión de la licencia de construcción del centro comercial era la imposibilidad económica de la Corporación para construir el centro civico a que se había comprometido. «No hay problema económico», dijo. Y explicó que casi el 60 % del coste de la construcción del centro cívico correría a cargo de diversos organismos y ministerios. «El resto, aun contando con que cueste novecientos millones, son 360 millones de pesetas. La construcción del centro puede durar, por lo menos, dos años. Son 180 millones por año. Y el Ayuntamiento se gasta, muchas veces, más dinero en obras con menos carga social que ésta.»

Saneamiento: "UCD haría el plan en cuatro años"

«Si nosotros hubiéramos estado aquí, el Plan de Saneamiento Integral se hubiera hecho en cuatro años, por los métodos que fuesen», dijo Florentino Pérez, concejal de UCD y antiguo delegado de Servicios de Saneamiento, al abordarse el tema de la negativa de las grandes empresas constructoras a financiar el PSI.El señor Pérez insistió en que «es más seguro el cobro de las obras del PSI por medio de las tarifas del agua, que el cobro a través de los Presupuestos Generales del Estado», y afirmó que las grandes constructoras tenían interés en participar en la financiación del Plan. «Lo que dijo Pedro Barcina, secretario general del Ayuntamiento», véase EL PAIS del martes, «es la mentira más grande que se puede decir. Las empresas han tenido, desde siempre, un gran interés por el Plan, y la prueba está en que éste no se regaló, como suele hacerse, sino que, dado su volumen, se vendió en 15.000 pesetas. Y las empresas nos lo quitaban de las manos. »

José Luis Alvarez, por su parte, aseguró que «nosotros queremos que el Plan se haga en cuatro años. Pero de lo que estamos seguros es de que, o se siguen los procedimientos que nosotros defendimos-, o el Plan tardará el doble en reafizarse». Florentino Pérez matizó esto diciendo que «sólo hay un plan, con unas obras y unos ingresos, que las financian. La forma en que esas obras se ejecuten es igual. Lo mismo da que se hagan seis bloques», como contempla ahora el PSI, «doce o dieciocho. Lo importante es que se haga».